La agencia de calificación crediticia Moody's calcula que 26 entidades europeas de las 91 examinadas en las pruebas de esfuerzo de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) necesitarán ayuda externa para reforzar su capitalización, aunque apunta que los resultados de estos exámenes de solvencia tendrán un efecto "limitado" en los 'ratings' de las entidades.

"De los 91 bancos sujetos a los test de estrés de la EBA, Moody's cree que 26 entidades cuentan con un elevado riesgo de necesitar ayuda externa", pronostica la agencia en un informe, donde anticipa que los bancos que suspenderán estas pruebas se encontrarán entre los que tienen la nota de solvencia más baja o no están calificados por Moody's.

No obstante, la calificadora de riesgos subraya que los resultados de estas pruebas de esfuerzo tendrán un efecto "limitado" en los 'ratings' de las entidades, puesto que Moody's ya incorpora en sus notas sus propios test de estrés, aunque la agencia espera que supongan algunos efectos positivos para el sector.

"Como Moody's ya incorpora en sus 'ratings' sus propios test de estrés, se espera que los resultados de las pruebas de la EBA revelen debilidades ya descontadas en las notas, aunque Moody's responderá adecuadamente a cualquier supuesto en los que los resultados revelaran debilidades que no hayan sido reflejadas en los 'ratings' de las entidades", explica la agencia.

Por otro lado, Moody's considera que estas pruebas deberían tener una serie de efectos positivos para los bancos, al haber provocado que muchas entidades hayan fortalecido su capitalización, se haya mejorado la transparencia al informar de su exposición al riesgo soberano y además permite conocer la valoración de los reguladores de la capitalización de los bancos.

Por otra parte, la agencia considera que, a pesar de que estas nuevas pruebas de esfuerzo son más estrictas que las de 2010, no recogen en sus distintos escenarios la posibilidad de una suspensión de pagos a nivel soberano precisamente en un momento en el que este riesgo se ha incrementado en la eurozona.

"A pesar de que los test de estrés de 2011 son más estrictos que en 2010, los escenarios previstos por la EBA no asumen la posibilidad de un 'default' soberano en un momento en el que el riesgo ha aumentado en la zona euro", señala el informe.

De este modo, Moody's señala que la publicación de los resultados de los test de estrés mejorará el acceso de los bancos a los mercados de capitales sólo si éstos juzgan que las pruebas son suficientemente creíbles.