Racsa, la última gran empresa aceitera de Canarias, propietaria de marcas tan conocidas como Happyday echa el cierre. SOS Corporación Alimentaria ha llegado a un preacuerdo con el personal de Racsa para concluir la actividad de la envasadora canaria Aceica Refinería, localizada en el barrio de La Isleta de Las Palmas de Gran Canaria, en la que trabajan 23 empleados. En la práctica, el anuncio significa que marcas tradicionales como Racsa o Happyday dejarán de elaborarse en las Islas después de 53 años de actividad y se producirán en la Península.

El grupo industrial SOS sufre graves problemas financieros que le impidieron desarrollar en el último lustro los ambiciosos planes expansivos para la empresa, que pretendía construir tres fábricas en la Zona Franca del puerto de Las Palmas y crear unos 150 puestos de trabajo, con el objetivo de impulsar las exportaciones y mantener el mercado regional. Todo, sin embargo, se ha ido al garete con la crisis económica.

Pese a que Happyday es líder de ventas en Canarias en aceite de semillas y el volumen de negocios con África sigue siendo importante, la aceitera produjo unos nueve millones de litros de aceites y vinagres durante 2009, una cifra que poco o nada tenían que ver con los 15,5 millones elaborados en los años anteriores.

No desaparecerá

Con los ecos de la crisis, el Grupo SOS comenzó a despedir a parte de su plantilla, medida que motivó en mayo de 2010 protestas de empleados de SOS en las puertas de las instalaciones que la empresa tiene en La Isleta.

El portavoz del comité de Empresa en aquel momento, Juan Ramón González, aseguró que la entidad continuaba siendo rentable o, al menos, no dejaba pérdidas. Sin embargo, los problemas del Grupo SOS se han traducido en la solicitud de un despido pactado con los trabajadores para cerrar su planta de La Isleta.

En medios de Asinca, la patronal industrial, se señaló que "probablemente la política empresarial esté dirigida ahora a deslocalizar la industria, pero nunca se barajaría la desaparición de la marca", que tiene una importante cuota de mercad en el Archipiélago.

Con esta operación, la empresa continuará elaborando sus marcas Happyday y 60 productos más, pero lo hará en la Península, con el fin de maximizar la producción en alguna de sus plantas o contratando los servicios de otra.

Las fuentes consultadas ayer por Efe han subrayado que esta medida se ha adoptado para ajustar las necesidades de la compañía y que la decisión se une al cierre de su delegación de San Sebastián.

Los empresarios grancanarios del sector de la alimentación y la distribución comentaban ayer su sorpresa ante la decisión de SOS y destacaban los niveles de venta de Happyday en las Islas, "que es mayor que muchas de las marcas blancas", añaden.