La insistente presión de los mercados sobre Portugal se mantuvo de nuevo hoy, lo que llevó a los títulos lusos a diez años a cotizar por encima del 9 % de interés mientras que los de a cinco años se acercan ya al 11 %.

Las dudas de los inversores acerca de la situación de la economía portuguesa no han remitido en los últimos seis meses y han provocado una escalada ininterrumpida de la penalización de las obligaciones lusas, que baten nuevos máximos históricos desde la entrada en vigor del euro prácticamente a diario.

La deuda soberana de Portugal con vencimiento a diez años se vendía en el mercado secundario -donde sólo pueden participar entidades financieras- a cambio de un interés del 9,102 %, lo que elevó el diferencial con el bono germano a los 587 puntos base.

Los títulos a cinco años siguieron igualmente con su escalada y alcanzaron un nuevo valor récord del 10,745 %, por lo que se acercan ya peligrosamente a la barrera del 11 %.

La evolución de los intereses que penalizan estas obligaciones reflejan a la perfección la asfixiante presión a la que se ha visto sometido Portugal, ya que superaron el 8 % el 11 de marzo, continuaron al alza hasta sobrepasar el 9 % el 30 de marzo y dejaron atrás la barrera del 10 % por primera vez el 5 de abril.

Este aumento incesante de los intereses se produce en un momento decisivo para el país, con un equipo conjunto de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) presente en Lisboa para negociar el rescate financiero, estimado inicialmente en cerca de 80.000 millones de euros para los próximos tres años.

Después de los trabajos de tipo técnico llevados a cabo la semana pasada para evaluar el estado de las cuentas lusas y sus necesidades financieras, ayer mismo dio comienzo una nueva fase de índole político de estas conversaciones.

Para hoy está previsto que la "troika" se reúna con los dos sindicatos lusos mayoritarios, el socialista Unión General de Trabajadores (UGT) y el comunista Confederación General de los Trabajadores Portugueses (CGTP), así como con los partidos políticos de centro-derecha, el Social Demócrata y el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP).

Ayer, los grupos de izquierda -marxistas, comunistas y ecologistas- rechazaron la oferta de reunirse con los representantes de la CE y el FMI, decisión que justificaron por su rechazo a la petición de ayuda exterior.