La deuda de las Administraciones Públicas aumentó el 13,8 % en 2010, hasta los 638.767 millones de euros, lo que equivale al 60,1 % del Producto Interior Bruto (PIB), según los datos actualizados hoy por el Banco de España.

Al terminar 2009, la deuda española representaba el 53,3 % del PIB, por lo que en un año su peso ha aumentado en 6,8 puntos porcentuales.

Así, la deuda española supera en una décima el límite establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, que es del 60 % del PIB.

Los datos del último trimestre indican que el aumento de la deuda pública fue del 4,39 % en comparación con la registrada entre julio y septiembre, que se situaba en 611.894 millones.

La mayor parte del volumen total de endeudamiento con que cerró el pasado ejercicio correspondió a la Administración Central, con 487.870 millones, el 45,9 % del PIB, con un incremento del 11,15 % respecto al cierre de 2009.

Asimismo, la deuda de las comunidades autónomas se elevó el 31,7 % el pasado año respecto a 2009 y alcanzó los 115.455 millones, el 10,9 % del PIB.

Además, los ayuntamientos tuvieron una deuda del 3,3 % del PIB, hasta los 35.442 millones, el 2,11 % más que en 2009.

La deuda de las empresas públicas fue de 55.754 millones en 2010, el 5,2 % del PIB, frente a los 48.549 de 2009, el 14,84 % más.

Las empresas públicas de la administración central cerraron 2010 con una deuda de 29.635 millones, el 2,8 % del PIB y el 16,25 % más; las de las comunidades autónomas tuvieron una deuda de 17.056 millones, el 1,6 % del PIB y el 12,19 % más; y las empresas públicas de las corporaciones locales sumaron una deuda de 9.063 millones, el 0,9 % del PIB y el 15,38 % más que hace un año.

Por otra parte, el saldo vivo de la deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó los 533.022 millones, el mayor nivel desde que el Banco de España actualiza estos datos, diciembre de 1990.

La mayor parte de esta cantidad, 445.826 millones, se debieron a valores distintos de acciones emitidos a largo plazo, mientras que los 87.196 millones restantes correspondieron a valores a corto plazo.