El coste de la energía eléctrica que se suministrará a partir de julio a los clientes acogidos a la tarifa de último recurso (TUR) ha subido alrededor del 2,7 % respecto al trimestre anterior, de acuerdo con el resultado de la subasta Cesur realizada ayer, según fuentes del sector. Este incremento debería traducirse en una subida de la tarifa en el entorno del 1,5 %, una decisión que depende del Ejecutivo.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, señaló ayer que si se producen o no nuevas subidas en la tarifa eléctrica es una decisión que tomará la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, que se reúne este jueves. Sebastián dijo que aún no ha recibido la comunicación con los resultados de la subasta. Según las fuentes del sector, en la subasta de ayer, el producto base se incrementó el 2,6 % hasta los 53,2 euros el megavatio hora (51,79 euros por megavatio hora en la anterior), en tanto que el producto punta se cerró en 56,63 euros el megavatio hora (55,13 euros por megavatio hora en la anterior), lo que representa un crecimiento del 2,7 %.

El resultado de la subasta que realiza el operador del mercado eléctrico (llamado OMEL) debe ser validado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) en 24 horas. La tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que están acogidos 20 millones de consumidores, está compuesta por el resultado de estas subastas de energía, denominadas Cesur, que se realizan cada tres meses, y por los peajes de acceso, que fija el Gobierno. Cada uno de estos dos componentes tiene un peso del 50 %. La propuesta de Industria para esta revisión trimestral es que los peajes se mantuvieran.

Miguel Sebastián, aseguró en junio que el Gobierno no tenía intención de subir el recibo de la luz a partir de julio dado el "importante" esfuerzo que hicieron los consumidores a inicios del año. Sebastián añadió que el Gobierno se plantearía una revisión al alza de las tarifas eléctricas sólo en el caso de que los resultados de la subasta fuesen "muy, muy, muy negativos".