El presidente de Bankia, Rodrigo Rato, reconoció que una de las enseñanzas que se puede extraer de la crisis económica, en contra de lo preconizado hasta la fecha por el liberalismo, "es que el mercado no lo resuelve todo". El exvicepresidente del Gobierno de España y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) pronunció ayer una conferencia en el Casino de Tenerife, invitado por la CEOE y la Cámara de Comercio provincial.

Tampoco titubeó al exponer que tras el crash de las economías de los países avanzados existe la "sensación de un mundo distinto". La diferencia estriba en que antes los "países más pobres ahorraban para financiar el consumo de los más ricos", cuestión que al máximo dirigente de Bankia le parece que ahora "no se sostiene".

Rato realizó una defensa de la existencia y mantenimiento de las obras sociales de las siete cajas de ahorros que conforman Bankia, entre ellas La Caja Insular de Ahorros que preside Juan Manuel Suárez del Toro. "Las cajas no son solo un negocio financiero, sino que también suponen un compromiso territorial y social", expuso.

El nuevo orden financiero y monetario ocupó buena parte del discurso del presidente de Bankia, que se mostró "orgulloso de que las cajas [también es presidente de Caja Madrid] dieran un paso al frente y propusieran medidas concretas" para la reforma del sistema financiero español. Y cuando se le preguntó por si se había criminalizado en exceso a las cajas como responsables de los graves problemas del sistema financiero, rechazó esa palabra por ser "demasiado fuerte", pero no dudó en afirmar que los "competidores actúan". Se refería así a los mensajes lanzados desde la banca tradicional contra las cajas en pleno proceso de fusiones.

Nuevas subidas de tipos

Rato no obvió temas de actualidad tales como la última subida de tipos decretada por el Banco Central Europeo (BCE). Descartó hacer pronósticos, porque "deben hacerse sobre el pasado", pero en su exposición sobre los motivos que han llevado al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, a tomar esa decisión dejó implícita la posibilidad cierta de que vuelva a incrementarse en los próximos meses.

Según el presidente de Bankia, el BCE considera que las "condiciones monetarias actuales son muy laxas", en referencia a las inyecciones monetarias realizadas desde el inicio de la crisis para paliar la falta de liquidez de los sistemas financieros. Eso sí, advirtió que si Trichet continúa por este camino tendrá que tener cuidado para "no robustecer en exceso al euro" y ahuyentar con ello a los mercados exteriores.

Además, recordó que la demanda de los países emergentes hará que "las materias primas sigan subiendo", cuestión que terminará por "influir en la inflación", dijo Rato. Para terminar de sumar factores recordó que la foto fija de la economía española muestra grandes divergencias con la alemana y la realidad de Alemania pesa más que la española en la toma de decisiones en Europa. Con todos estos mimbres, el exministro de Economía afirmó que el BCE no va a poder contener los precios "con una sola subida", pero estimó que tampoco harán falta "muchísimas".

En cuanto al efecto que pueda tener sobre España el rescate de Portugal, dudó de que la teoría del dominó tenga que cumplirse. "Depende más de nosotros que de Portugal. Si resolvemos nuestros problemas, recuperaremos la confianza que los mercados tenían depositada sobre nosotros", señaló.

Rato resaltó que las economías europea y española "han perdido capacidad de crecimiento". Según sus palabras, entramos en la crisis con un potencial de "entre el 2% y el 3%" anual y ahora "estamos más cerca del 1,5%".

En la receta para poder volver a recuperar potencial de crecimiento del PIB, el presidente de Bankia señaló que se debe crear un sistema financiero con "entidades fuertes, más eficientes y rentables" y que operen en un mercado en el que exista la "competencia". Alabó que el Gobierno español haya decidido no crear "un traje igual para todos". De ese modo, expuso Rato, "unos lo harán bien por un camino y otros, por otro".