A la espera de conocer si habrá o no temporada alta turística, que en teoría debería comenzar el próximo día 1, las empresas siguen adaptándose a la escasa demanda tras los vetos de Alemania y el Reino Unido a las Islas. Ahora es la cadena Bull Hotels la que cierra tres de sus establecimientos, todos ellos situados en el sur de Gran Canaria. La firma cuenta en total con seis hoteles en las localidades de Las Palmas de Gran Canaria, Arguineguín, Playa del Inglés y Playa San Agustín. Los hoteles en los que Bull ha decidido volver a bajar la persiana son el Bull Costa Canaria, ubicado en Playa San Agustín; el Bull Escorial, situado en Playa del Inglés; y el Bull Dorado Beach, en Arguineguín.

La hotelera sigue así los pasos de otras firmas, como Riu o Lopesan, que ya en días anteriores anunciaron los cierres de varios de sus establecimientos. De hecho, los tres hoteles que Bull ha decidido cerrar estuvieron abiertos entre los días 15 de julio y 1 de agosto, pero la masiva cancelación de las reservas no le ha dejado a la empresa más remedio que bajar la persiana durante un tiempo. No en vano, en los tres casos se trata de establecimientos centrados mayoritariamente en el mercado alemán, y hay que recordar que también Alemania se ha sumado al veto a volar a las Islas que desde el 27 de julio decidió el Reino Unido, el otro gran país emisor de turistas al Archipiélago. Eso sí, de momento, Bull mantiene su intención de reabrir otros dos de sus hoteles, el Bull Reina Isabel, en Las Palmas de Gran Canaria, y el Bull Eugenia Victoria, en Playa del Inglés, el próximo 5 de octubre, lo que sobre el papel debería coincidir con el arranque de la temporada invernal.

Hay que recordar que la intención de los Gobiernos del Estado y la Comunidad Autónoma es que para entonces estén ya en funcionamiento los corredores seguros con el Reino Unido y Alemania, lo que pasa por la realización de test PCR en los aeropuertos de origen y en los de destino. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, es quien está timoneando las conversaciones con Berlín, Londres y Bruselas, donde se busca un acuerdo global para instaurar estos corredores.