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La integración de CaixaBank y Bankia para alumbrar el gran banco costará 3.400 millones

Se compensará con ahorros de 5.000 millones en cinco años | La ecuación de canje valora la entidad pública en 4.300 millones de euros

José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar, ayer durante la prensentación en Valencia.

La fusión de CaixaBank y Bankia tendrá un coste de 3.400 millones de euros, de los que 2.200 corresponderán a la reestructuración que se deriva de la creación de la nueva entidad. Aunque las cifras están sobre el papel, todavía no ha llegado el momento procesal oportuno para hablar de ellas. Quedan seis meses para que se termine de concretar el proceso de absorción y toda una negociación con los trabajadores de la entidad financiera resultante de esta entente. Así lo expusieron ayer el presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri, y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar –que ocuparán los mismos cargos en la entidad ya fusionada– durante la presentación de los detalles de la operación de integración que el jueves fue aprobada por los consejos de administración de ambas entidades financieras.

“Es pronto para especular sobre las personas afectadas y el perfil. En el pasado hemos llegado ya a acuerdos con sindicatos [sobre procesos de este tipo] y siempre han sido no traumáticos. Buscamos hacerlo así”, apuntó Gortázar antes de admitir que las negociaciones que se abrirán con los sindicatos serán “complicadas”, aunque se mostró convencido de que “nos dejaremos la piel para un acuerdo”, pese a que, como han anunciado los sindicatos, se preparan para un negociación muy dura.

La valoración eleva un 20% el precio del banco público sobre el que tenía el 3 de septiembre

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Al margen de las dificultades que pueda generar esa negociación, lo cierto es que los costes de reestructuración se verán compensados por los fondos de comercio negativos generados por la operación, ya que el precio que se paga para concretarla es inferior al valor en libros. Lo que se denomina en ingles badwill tiene un efecto positivo en las cuentas. Se trata solo de un apunte contable que no implica ninguna entrada real de dinero, precisó Gonzalo Gortázar.

Pero lo cierto es que la operación sí genera sinergias suficientes –5.000 millones en cinco años– como para compensar los costes. Muchos de ellos provendrán del recorte de la masa salarial, que se concretará con la salida de trabajadores, bien por la vía de las jubilaciones, bien por la de las bajas incentivadas.

Por lo que respecta a los detalles de la operación, CaixaBank tendrá que lanzar una ampliación de capital de 2.079 millones de euros para hacer frente al canje de acciones –no habrá desembolso dinerario– de Bankia mediante la que se llevará a cabo la absorción del banco público, una vez establecida la ecuación de canje de la fusión que supondrá que cada accionista de Bankia recibirá 0,68 acciones de CaixaBank. Así, los accionistas de la entidad que ahora preside Jordi Gual tendrán inicialmente el 74,2% del nuevo grupo y los de Bankia poseerán el 25,8% restante.

“Ya hemos llegado antes a acuerdos no traumáticos con los sindicatos”, señala Gortázar

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El precio pactado incluye una prima del 20% sobre el valor de Bankia a 3 de septiembre, fecha anterior a la comunicación al mercado de la existencia de negociaciones sobre la operación, cuando el precio de la acción de Bankia era de 1,035 euros. El canje propuesto implica una valoración acual de Bankia de 4.300 millones, frente a los 3.178 millones que tenía en principios de septiembre. Además, supone una prima del 28% sobre la media de ecuaciones de canje de los últimos tres meses.

La entidad que salga de la absorción, CaixaBank, estará controlada por la Fundación Bancaria La Caixa, a través de Criteria, que tendrá alrededor del 30% del capital, frente al 16% que conservará el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La estructura accionarial se completará con un 54% de free float (acciones cotizadas en el mercado de valores), de las que el 37% corresponde a inversores institucionales y el 17% restante al mercado minorista.

Junta en noviembre

Las juntas de accionistas que deberán dar el visto bueno a la integración se celebrarán en el mes de noviembre. Se espera que la fusión se complete en el primer trimestre de 2021. Así al menos lo expusieron ayer Goirigolzarri y Gortázar.

Una vez aprobada la fusión por parte de las respectivas masas sociales de ambas empresas, dentro de un poco más de un mes y medio, y obtenidas las autorizaciones administrativas correspondientes, CaixaBank adquirirá la totalidad de los derechos y obligaciones de Bankia, banco en el que se integró y vio esfumarse su patrimonio La Caja de Canarias junto a otras seis instituciones financieras españolas.

El mayor banco de España

La entidad resultante contará con activos por un valor total de de 664.000 millones de euros y cuotas de mercado del 25% en crédito en España y del 24% en depósitos, en línea con los mayores bancos de los países vecinos. La fusión le permitirá generar nuevos ingresos de 290 millones anuales, según los datos facilitados durante la presentación pública del proyecto.

Gonzálo Gortázar: Consejero delegado de Caixabank


El proyecto está en sus manos


“Es la mejor fusión que podíamos hacer”, dijo ayer el consejero delegado de CaixaBank, Gonzálo Gortázar, durante la presentación de los detalles del acuerdo de fusión con Bankia. “El trabajo que supone esta integración merece la pena por el tamaño que tiene Bankia y el resultado”, comentó el que también será el primer ejecutivo del nuevo banco. “El fruto es mucho más grande y merece más la pena”, agregó en relación con la posibilidad de que el acuerdo se hubiera podido producir entre otras entidades. Antes de alcanzarse el pacto, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri había sonado como candidato a la fusión con otras entidades, pero no era CaixaBank la primera opción.


Gortázar, un ejecutivo que ha llevado con mano firme, pero con guante de seda, la trayectoria de CaixaBank desde que Isidre Fainé lo fichara de su puesto en Morgan Stanley en España, es el artífice del crecimiento de la entidad catalana hasta el primer lugar del ránking en España. Ve la nueva situación a la que se enfrenta como “una gran oportunidad para crear valor para los accionistas mejorando la rentabilidad y eficiencia”. Defiende que el nuevo banco “creará un líder bancario y asegurador en España con la capacidad y el compromiso para apoyar a los clientes y la recuperación económica”. 


Con un perfil profesional muy técnico y moderado, Gortázar (Madrid, 1965) es un ejecutivo discreto formado en la cantera de la banca de inversión. Tras desempeñar varias responsabilidades en Bank of América desde 1993 hasta el 2009, trabajó en Morgan Stanley en Londres y Madrid. Luego dio el salto a Criteria, como director general del hólding de participadas, y en el 2014 fue nombrado consejero delegado de CaixaBank.

José Ignacio Goirigolzarri: Futuro presidente de CaixaBank 


Defensor de las ayudas pública


El presidente de Bankia y futuro presidente del grupo resultante de la fusión del banco madrileño con CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, defiende que las ayudas públicas a Bankia fueron la “decisión correcta” independientemente de cuánto llegue a recuperar el Estado. Así lo indicó durante el turno de preguntas de la rueda de prensa posterior a la presentación de la operación ayer en Valencia.


Con una dilatada experiencia como banquero procedente del llamado clan de Neguri, se le reconoce su valentía al ponerse al frente de Bankia y afrontar un periodo en que el nombre del banco estaba más en los periódicos por los errores de los gestores anteriores que por los aciertos del equipo que dirigía. Puede que no recupere lo invertido por el Estado, pero pocos le negarán que ha gestionado un buena salida para la banca pública. 


En su opinión, el apoyo estatal al banco (el rescate) no debe valorarse como una “mala decisión”, y recordó que esta iniciativa permitió estabilizar el sistema financiero español. También defiende la independencia de las dos entidades a la hora de entablar conversaciones para la fusión. Tanto él, como el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, comentaron que el FROB -principal accionista de Bankia- “no ha tenido ninguna interferencia” en la gestión de Bankia durante los últimos años, por lo que negó que ahora la vaya a tenerla.


Goirigolzarri reconoció que esta operación no se parece a otros procesos de venta de participadas del FROB. En esta ocasión se le ha planteado una operación cerrada, cuando en otras ocasiones se acudió a la subasta. No obstante, señaló que existe la posibilidad de que se produzca una contraoferta por parte de otra entidad. 

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