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Las Palmas perderá más empleo y oficinas de atención al público

La escasa presencia de Bankia en Tenerife permite una integración más ‘amable’ | Los sindicatos propondrán jubilaciones anticipadas

El último gran movimiento de integración de la banca española tendrá un impacto asimétrico en las dos provincias canarias y, a priori, es la conformada por Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote la que peor parada saldrá. La implantación de Bankia en Santa Cruz de Tenerife es mucho menor que la de CaixaBank en Las Palmas. Mientras en la primera las dos entidades suman 170 oficinas y 1.082 empleados, en la segunda el número de oficinas comerciales se queda en 132 y el personal que las atiende, en 816.

Nadie se ha puesto aún en contacto con los representantes de los trabajadores. La información con la que cuentan es la misma que los rectores de ambas entidades han ofrecido hasta el momento a la opinión pública y, en lo que respecta al empleo, solo tienen los análisis de diferentes consultoras, que cifran las salidas –jubilaciones y despidos– en una amplia horquilla de entre 5.000 y 12.000 en toda España.

Por el momento, “todo son especulaciones”, aseguró ayer el secretario general de la Sección Sindical de CCOO en CaixaBank, Ricard Ruiz. No obstante, su sindicato y el resto se preparan para una negociación que, según anunciaron ayer el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, comenzará en el segundo trimestre del año próximo.

Después de la integración

Los dos principales rectores de la nueva CaixaBank señalaron que en los tres primeros meses de 2021 se concretará la integración de las dos entidades. Solo a partir de ese momento estarán en condiciones de determinar la masa salarial que les permitirá situarse por encima del umbral de rentabilidad y las manos necesarias para mantener e incrementar el volumen de clientela que suman hoy.

A pesar de fijar ese proceso negociador a partir del próximo mes de abril, los movimientos internos de los propios sindicatos en busca de las estrategias precisas para evitar el mayor sufrimiento posible ya se están produciendo. “Apostaremos por prejubilaciones en un periodo de dos o tres años”, avanzó el responsable del Sector Financiero de UGT-Canarias, David (García) Morilla. A partir de ahí comenzará el tira y afloja, porque no se le escapa que será deseo de la entidad resultante “quitarse gente cuanto antes”.

Entre los números puestos sobre la mesa por Goirigolzarri y Gortázar hasta el momento se cuenta un ahorro de costes vía sinergias de 770 millones de euros. “Las sinergias somos nosotros”, tradujo Morilla sobre la posibilidad más que cierta de ajustes de plantilla.

Los ajustes de plantilla se abordarán a partir del segundo trimestre de 2021

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Bankia es la marca que desaparece y el 89% de sus oficinas canarias están situadas en la provincia de Las Palmas. Sin embargo, en el caso de CaixaBank el reparto es mucho más homogéneo: solo seis de cada diez están en Santa Cruz de Tenerife. Trasladado el análisis a las plantillas, los porcentajes se mantienen prácticamente invariables. La redundancia es mayor en la provincia oriental.

La asimetría se explica por el origen o la política de crecimiento de Bankia y CaixaBank en el Archipiélago. La historia de la primera de dichas entidades es breve. Se presentó en marzo de 2011 en Valencia anunciado como “el banco de la nueva banca” y conformado por Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, Caja Ávila, Caja Segovia Caja Rioja y La Caja de Canarias.

La siete desaparecieron poco de un año después engullidas por el gran fiasco que comandó Rodrigo Rato, salida a Bolsa incluida. La Caja de Canarias era la institución financiera gestada en la provincia oriental. En ella también CaixaBank tenía ya notable presencia. La entidad, que trasladó su sede a Valencia en otoño de 2017, en plena agitación del soberanismo catalán, inició a finales de la década de los 80 del pasado siglo el proceso de compra del Banco de las Islas Canarias (Isbanc), con mayor presencia en Gran Canaria.

Sin embargo, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife solo CajaCanarias, institución financiera creada en aquella provincia, alimentó el crecimiento de CaixaBank. No de manera directa. Al igual que La Caja de Canarias se integró en Bankia, CajaCanarias lo hizo en Banca Cívica, junto a Caja Navarra, Cajasol y Caja de Burgos.

El 89% de Bankia está en Las Palmas y ‘solo’ el 60% de CaixaBank en Tenerife

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Esa fusión fría, que así dieron en llamarse los sistemas institucionales de protección (SIP) ideados para la desaparición de las cajas de ahorro españolas y el saneamiento del sector financiero, tampoco duró mucho. En este caso, sin agujeros negros por los que se esfumara el patrimonio. CaixaBank vio la oportunidad de convertirse en líder del sector en España y absorbió Banca Cívica. En abril de 2013 ya había devuelto los 977 millones de euros que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) había prestado. CajaCanarias se quedó con el 0,7% de los títulos de su nueva matriz.

Este salto adelante propició que CaixaBank incrementara su ventaja con respecto a la competencia. ¿Qué más puede esperarse? “Esta operación recoge prácticamente a la mitad de las antiguas cajas y nuestro deseo es que el banco tenga el componente social de aquellas, y más ahora, con la crisis que se viene encima”, explica Ricard Ruiz.

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