El Ministerio de Turismo anunció ayer un acuerdo con Canarias y Baleares con el fin de iniciar negociaciones con los países emisores y conseguir que los visitantes extranjeros retornen a las Islas. El protocolo descarta, por omisión, la realización de test a todos los llegados, incluidos los pasajeros de vuelos nacionales. Las patronales canarias del sector mostraron su indignación por la lentitud de Madrid y las fallas de seguridad que, a su juicio, tiene la propuesta; solo tendrán que traer un certificado de no padecer covid (PCR negativo) aquellos ciudadanos extranjeros que provengan de áreas geográficas que registren más de 50 contagiados por cada cien mil habitantes en los últimos catorce días.
Sin embargo, todos los turistas extranjeros sí pasarán una prueba que demuestre su buen estado de salud antes de retornar a sus países de origen. La Administración autonómica tendrá que correr con los gastos, si bien los empresarios del sector alojativo han mostrado con anterioridad su disposición a colaborar. En el caso de que el resultado de la prueba sea positivo, la póliza de seguro suscrita este verano por el Gobierno canario servirá para financiar la cuarentena o, llegado el caso, los gastos de hospitalización.
Lamento de las patronales por el retraso con una temporada de otoño ya iniciada
Sí se ha atendido la petición de la consejera de Turismo, Yaiza Castilla, de cambiar el nombre a la iniciativa y no continuar denominando corredores seguros al resultado de esta propuesta; ahora son corredores turísticos. ¿Por qué no son seguros? Puede entrar libremente en las Islas cualquier ciudadano español aunque viaje desde las zonas más afectadas de la Península y también pueden hacerlo los extranjeros de los países de baja incidencia de contagio, lo que no quiere decir que todos los que vengan estén libres del coronavirus.
Lentitud del Gobierno central
“Tampoco podrían llamarse corredores”, apuntó el presidente de la patronal turística de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, ante “la lentitud” con la que, en su opinión, se está abordando la cuestión por parte de la Administración central. Todas las organizaciones empresariales canarias del sector manifestaron su indignación por que sea en este momento, con la temporada de invierno, la más importante para la actividad alojativa en las Islas, iniciada, cuando arranquen las conversaciones con los países emisores.
“Es una absoluta decepción”, señaló la presidenta de la patronal turística lanzaroteña (Asolan), Susana Pérez. Desde prácticamente el principio de la pandemia, la consejera y los empresarios expusieron la necesidad de establecer mecanismos que convenzan a Reino Unido, Alemania y el resto de mercados de que sus ciudadanos pueden descansar en las Islas sin correr el riesgo de que generen un rebrote al regreso. Eso incluía la garantía de que ninguno –peninsulares incluidos– va a producir lo contrario, es decir, propagar la enfermedad en Canarias. El Gobierno regional y las patronales siempre han recalcado que difícilmente vendrá nadie si la tasa de contagio aquí es elevada.
¿Qué le toca hacer ahora al Gobierno central? Sentarse a dialogar con los países emisores de turistas para convencerles de que levanten la obligatoriedad de pasar una cuarentena a sus compatriotas al regreso de su estancia en Canarias. La Consejería de Turismo remitió un listado esta semana en el que a los consabidos Reino Unido y Alemania se unen Suecia, Noruega, Holanda, Dinamarca, Irlanda, Finlandia, Italia, Francia, Bélgica, Suiza, Polonia, Austria, Portugal, Rusia, Luxemburgo y República Checa.
Para Marichal no hacer un test a los peninsulares es un “empecinamiento estúpido”
El presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, criticó “la absoluta inacción” del Gobierno de Pedro Sánchez hasta la fecha aun conociendo la importancia que tenía para la economía del Archipiélago haber tenido unos protocolos establecidos en el inicio de la temporada alta. Por ello, auguró “un futuro muy negro” al sector que alimenta más de un tercio del producto interior bruto (PIB) regional. “Y quiero que quede claro que dejo fuera de esta crítica al Gobierno canario, que sí hace todo lo que puede”, detalló.
Mañaricua añadió que la única responsabilidad de los empresarios es garantizar que sus clientes están bien, y se vuelcan en lograrlo. Sin embargo, lamentó que no haga lo propio “el Gobierno de España” al permitir que pueda venir un turista desde la Península contagiado. En la misma línea, Susana Pérez se preguntó de qué sirve tomar aquí todas las medidas si el virus puede llegar desde el exterior sin posibilidad de detectarlo. “Llegar al semáforo verde se hace imprescindible”, recalcó la presidenta de Asolan, para quien “España ya está dando el peor ejemplo en Europa como para que se entienda que no son necesarios los controles a todos los turistas”.
La opinión del sector es que poca capacidad de convicción puede existir en las negociaciones bilaterales con los países emisores cuando no se les garantiza que sus ciudadanos no corren el riesgo de contagiarse. Ponen como ejemplo un alemán que llega al hotel y en la hamaca contigua tiene a un procedente de, por ejemplo, Madrid, ciudad que ha requerido hasta de un estado de alarma para intentar doblegar la curva en la segunda oleada que sufre.
“Mucho hablan pero poco hacen”, lamentó el presidente de la sectorial alojativa de Fuerteventura, Antonio Hormiga. Para Marichal, resulta “un empecinamiento estúpido” que el Gobierno central niegue la posibilidad de hacer test a los viajeros peninsulares, “como si eso fuera a romper España; están haciendo el idiota”, zanjó.
Facturación externa
El aeropuerto de Gran Canaria contará con un nuevo edificio destinado a la facturación externa para pasajeros provenientes de hoteles y cruceros. La obra tiene un plazo de ejecución de 12 meses y ha sido licitada por 1,3 millones de euros. Con esta instalación, señala la empresa gestora de la red nacional de aeródromos, los pasajeros podrán presentarse en Gando sin necesidad de pasar por el mostrador de facturación. Además repercutirá positivamente en el incremento de la capacidad en el tratamiento de equipajes y reducirá el tiempo de proceso de la facturación, al sacar esta operación del terminal, lo que supondrá una importante mejora en la calidad del servicio. El nuevo edificio, que ocupará casi 1.500 metros cuadrados construidos, se situará al sur del terminal de pasajeros y dispondrá de dos alturas y una entrada en cada planta. En el segundo piso, situado en el lado tierra, se dispondrá un acceso para los equipajes en atención a facturación externa y equipajes especiales, mientras que en el primero, ubicado en el lado aire, se localizará la salida de los equipajes –ya inspeccionados– a dos hipódromos de formación de vuelos y una línea de equipajes especiales con las correspondientes máquinas de inspección de seguridad. | Efe
