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La Covid se ‘alía’ con el ganado y libra del matadero a 10.000 animales

Los canarios comen menos carne de baifo y cordero debido a la falta de celebraciones familiares y las restricciones en la hostelería | Los ganaderos cifran la caída en un 35%

Una mujer compra en una carnicería del mercado.

El año del coronavirus no ha sido negativo para todos. Casi 10.000 animales se han librado de ir al matadero en Gran Canaria y Tenerife, en unos meses en los que la pandemia ha cambiado los hábitos de consumo de muchos canarios. Sin embargo, el confinamiento estricto que se vivió en marzo y abril no ha sido el único motivo para que haya descendido el número de cabezas de ganado sacrificadas en los mataderos insulares, ya que las restricciones en la hostelería y la falta de tenderetes familiares también han afectado al consumo de ciertos tipos de carne, como la de baifo o cordero.

En concreto, en la instalación grancanaria, hasta principios de este mes se habían sacrificado 1.847 vacas, cabras, ovejas, cochinos y conejos menos que en el mismo periodo de 2019. En total, el matadero ha reducido en 148.707 el número de kilos de carne que ha despachado.

Sin embargo, esta bajada no ha sido equilibrada entre todos los tipos de ganados según explica el gerente de la entidad, Agustín González. “Las carnes blancas como el pollo o el cerdo descendieron considerablemente”, expone, siendo la pérdida en el caso del cerdo de 235.095 kilos menos que el año pasado.

Una circunstancia que González explica debido a que durante el confinamiento los canarios tenían más tiempo para cocinar en casa e “incluso había más tiempo para estar en las colas de los mostradores de carne con despacho de carniceros”, ya que en los estantes de los supermercados “suele haber más carne blanca envasada”.

De esta manera, según los datos de Mataderos Insulares de Gran Canaria sí se han incrementado los kilos de vacuno, en más de 93.300 respecto al año pasado, así como de conejos, sumando 1.445 kilos.

Por otro lado, González manifiesta que “el cierre de restaurantes y bares redujo el consumo de cerdo y cordero”. En el matadero insular se han sacrificado este año 6.731 kilos menos de carne de oveja y 1.656 de cabrito, otro tipo de carne también muy ligada a los establecimientos de restauración.

Efectos en los ganaderos

La bajada en el consumo de carne de baifo o cordero no solo se deja ver en las cifras del matadero sino que lo están notando los ganaderos que dedican parte de su cabaña al aprovechamiento cárnico.

Este es el caso de las hermanas Mayor Monzón, que gestionan la Ganadería Naroi de Tejeda. Natalia comenta que hasta ahora siempre habían servido carne de baifo y cordero a restaurantes, carnicerías y clientes particulares, pero asegura que este año “todo está siendo mucho más complicado”.

Las restricciones para celebrar fiestas familiares ha afectado al consumo de carne de estos dos animales. “Nos dicen que no pueden llevárselo porque es mucha cantidad para el número de gente que puede reunirse ahora”, lamenta.

La venta en el caso de restaurantes tampoco va mucho mejor. “Siguen comprando pero en menor cantidad porque no quieren llenar las neveras debido a la incertidumbre de no saber si en algún momento tendrán que cerrar”, apunta.

Las ventas de vacuno se han incrementado pero las de cerdo caen en lo que va de año

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“Estamos un poco agobiadas y no sabemos qué hacer para cambiar la situación”, expone, ya que evidencia que reducir el número de cabezas de ganado de su explotación no es una opción, porque sí que cuentan con unas ventas fijas del queso que producen.

Natalia Mayor no confía en que la cosa pueda mejorar de cara a la campaña de Navidad. “Otros años por estas fechas ya tenía todo vendido, pero este no está siendo así”.

Sin embargo, no todos los ganaderos parecen haberse visto igual de afectados. Todo depende del tipo de animales que tenga su explotación, ya que el consumo de carne de vaca, por ejemplo, no ha descendido. Heraclio del Castillo, propietario de una explotación en el municipio tinerfeño de Fasnia en la que cuenta con vacas y terneros asegura que no ha notado una caída del consumo. “Se ha vendido más o menos igual”, señala, ya que él surte directamente a carnicerías por lo que no se ha visto muy afectado por las restricciones en los restaurantes.

Aún así, según la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate) el consumo de carne en la Isla debido a la pandemia ha sido un 35% menor. “La caída de marzo y abril fue muy importante, más de un 50%, poco a poco se ha ido recuperando, pero nunca se ha llegado a los índices anteriores”, indica su presidente Manuel Expósito.

“El cierre y las restricciones en el canal de la hostelería hace que sea el que más se ha resentido, por eso muchos compañeros han tenido que reinventarse potenciando más las carnicerías locales en sus canales de comercialización”, detalla.

Problema de la importación

Para Expósito el peor sector que se ha visto afectado en la Isla ha sido el cunícola, el que se encarga de la cría de conejos. “Está sufriendo por la competencia de las importaciones que se hacen desde la Península y uno de sus principales canales que eran los guachinches han estado cerrados durante mucho tiempo”, expone.

Además, asume que los ganaderos han tenido que ir “adaptando el número de cabezas a lo que el mercado pide para no tener tantas pérdidas” y lamenta que en el futuro si nada cambia “se reducirá la cabaña ganadera de Tenerife para mantener la actividad”.

Además, destaca que las ayudas que el Cabildo ha otorgado al sector ganadero, –más de dos millones de euros incluidos en el Plan de Reactivación–, será muy importante para reducir las pérdidas.

Sin embargo, el acusado descenso en el consumo de carne que evidencia la Asociación de Ganadero de Tenerife no tiene su reflejo en las cifras que maneja el Matadero insular tinerfeño, al menos en lo que a kilos de carne se refiere. A pesar de haber sacrificado 7.724 animales menos, los kilos de carne se han incrementado en más de 92.600.

Algo que el consejero insular y presidente del consejo de administración del Matadero Insular de Tenerife, Javier Parrilla, explica debido a que se ha producido una importante caída en el número de conejos sacrificados, pero sin embargo se han sacrificado más animales con un peso mayor, como las vacas. “Todo el mundo creía que esto iba a ser un desastre para el consumo cárnico, pero los números no dicen lo mismo”, aclara.

Bajo su punto de vista, durante la pandemia “Tenerife ha comido de Tenerife”, ya que insiste en que aun con los restaurantes cerrados durante semanas y un sector turístico que no termina de arrancar el matadero ha despachado más kilos de carne.

Todas las miradas están puestas ahora en la campaña de Navidad, para la que los ganaderos esperan que no se endurezcan las restricciones y que las familias puedan disfrutar con los suculentos platos de carne que se sirven en las mesas canarias en esta época del año.

148.707 kilos menos de carne en Gran Canaria. El Matadero de Gran Canaria ha registrado una reducción de 148.707 kilos de carne y una bajada en el número de cabezas de ganado sacrificadas de 1.847. 


92.632 kilos de carne más en Tenerife. El Matadero Insular de Tenerife ha aumentado el número de kilos de carne en lo que va de año en más de 92.600. Sin embargo, han sacrificado 7.724 animales menos. 


451 corderos menos. En lo que va de año se han sacrificado en los mataderos de Gran Canaria y Tenerife 451 corderos menos que en los mismos meses del año pasado. 


3.334 cerdos menos. En el año del coronavirus los mataderos de ambas islas han sacrificado 3.334 cochinos menos que en 2019, uno de los animales que más ha descendido. 

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