La última fusión bancaria inquieta a casi un millar de empleados canarios

Por todo ello, el arranque del próximo año en el sector promete ser convulso, a juicio de los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO. “Esperamos y deseamos que el ajuste de plantilla sea mínimo. De hecho, aunque sé que es un brindis al sol, en el Archipiélago debería ser nulo”, opinó ayer el secretario general de CCOO-Canarias en BBVA, José Antonio Delgado, en torno a la fusión BBVA-Sabadell. Sabe que no será así, porque son muchos los casos en los que la distancia entre ambos rótulos no llega a los cien metros.

Para los casos en que la separación sea suficiente podría servir su argumento: “la escasa penetración de Sabadell” en el Archipiélago, “nada que ver con la que existe en la Península”, detalló el sindicalista. Ahora bien, ese no es uno de los factores que sostienen la concentración en el sector; lo son la digitalización, el escaso rendimiento del negocio por los bajos tipos de interés y, a última hora, la pandemia global del coronavirus.

Atendiendo al primero de ellos, la banca a distancia que permite la tecnología, Delgado advirtió del problema de “exclusión financiera” que genera el cierre de oficinas al sector de población de mayor edad, el menos familiarizado con ordenadores y smartphones. El Sabadell tiene 18 establecimientos en la provincia de Las Palmas y doce en la de Santa Cruz de Tenerife; en la primera trabaja un centenar de personas y en la segunda, otras 76. Las 800 de BBVA se reparten de forma más o menos homogénea entre ambas, con 62 oficinas en Santa Cruz de Tenerife y 56 en Las Palmas.

Lo que las plantillas pueden esperar de la fusión es simplemente escapar. El responsable del Sector Financiero de UGT-Canarias, David García, apuntó un dato. Desde 2008, cuando arrancó la crisis y se inició, casi de inmediato, la reestructuración del sector financiero español, “hay 120.000 empleos menos en toda España”.

García Morilla incidió en que la preceptiva remisión del hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comunicando el inicio del proceso de fusión llega cuando “desde hace mes y medio” se negocia en el Sabadell un plan de adelgazamiento de plantilla. “No es un expediente de regulación de empleo (ERE) por el momento, sino de incentivar bajas”, aclaró, aunque se mostró seguro de que el ERE llegará a renglón seguido.

José Antonio Delgado apuntó como suceso decisivo el cierre de la venta a PNC de la filial estadounidense de BBVA. Supuso la entrada en el balance de 9.700 millones de euros, según declaró el banco que preside Carlos Torres Vila. Solo horas después llegó la comunicación del inicio de negociaciones para la fusión con Banco Sabadell.

En el hecho relevante, BBVA sostiene que no hay ninguna decisión y solo se está realizando una auditoría recíproca para conocer el estado de las cuentas. Ninguno de los sindicalistas cree que el proceso no esté mucho más avanzado y ambas sociedades conozcan ya al dedillo el pie del que cojea la otra. Dan por hecho que será otro dolor de cabeza que tendrán que padecer el año próximo.