La actividad de la industria canaria ha acumulado caídas de entre el 20 y el 30% desde que se inició la pandemia en marzo, debido principalmente al impacto que ha supuesto en la economía la crisis del sector turístico y el consiguiente descenso de la demanda. Sin embargo, las empresas han salvaguardado buena parte del empleo y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han afectado a alrededor de un 10% –unos 4.000– de los puestos de trabajo directos que genera el sector. Pero la incertidumbre se mantiene como una espada de Damocles sobre la actividad de las Islas, por lo que si no hay una recuperación de la demanda en los próximos meses los industriales ya han advertido que tendrán que ajustar sus plantillas a la producción y eso desembocará en destrucción de empleo.

El presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Raúl García, explica que la caída de la producción industrial en las Islas en este periodo ha sido superior a la media nacional por la fuerte dependencia del sector turístico de una parte destacada de las empresas del sector. Un ejemplo sintomático es el caso de Emicela, empresa señera de las Islas que se ha especializado en suministrar productos al sector hotelero y a la restauración y que atraviesa por un “tsunami” que afecta al 90% de su actividad, en palabras de su presidente Sergio Arencibia. Tras la tímida recuperación del verano, se tenía las esperanzas puestas en que arrancara la temporada de invierno en condiciones más favorables pero la brusca caída de octubre y noviembre no ha hecho sino agravar la situación, lo que obliga a mantener una buena parte de la plantilla en ERTE y unas consecuencias “funestas” para la producción.

Los industriales advierten con ajustes de plantillas si no sube la demanda en 2021

Arencibia llama la atención sobre el “desplome” que han sufrido las cafeterías y restaurantes que se encuentran en los alrededores de los grandes centros de trabajo como consecuencia del teletrabajo, lo que ha supuesto caídas superiores al 60% de la facturación para estos locales y para las empresas suministradoras.

También una empresa como Ahembo ha sufrido el impacto de la crisis por su vinculación directa a la restauración y la hostelería por el suministro de bebidas. Su director general, Javier Sendra, explica que han tenido que adaptar la producción a la realidad impuesta por la pandemia en un escenario “inédito” que no había visto en 25 años que lleva en el negocio. El directivo cree que habrá una recuperación más bien lenta que durará entre dos y tres años y ve con “incertidumbre” el escenario a corto plazo, a la espera de que se resuelva la crisis sanitaria y el sector turístico y la hostelería vuelvan a su pleno rendimiento.

Otras industrias más pequeñas se han visto obligadas a reinventarse para evitar su desaparición con productos que se demandan tras la llegada del coronavirus. Es el caso de Lanzaloe, una empresa radicada en Lanzarote y que fabrica productos derivados del aloe vera. Para evitar su cierre se ha dedicado a producir varios tipos de gel hidroalcohólico, que ha supuesto un salvavidas temporal para la empresa hasta que se recupere el turismo. Su director, Santiago Padín, explica que la oportunidad de fabricar un gel imprescindible desde que llegó la pandemia ha sido un “mecanismo de supervivencia” para la empresa que, a pesar de todo, tiene a la mitad de la plantilla –25 de 50– en ERTE. Sin embargo, si no llega a reinventarse con el gel hidroalcohólico Lanzaloe habría tenido un futuro más oscuro e incluso el cierre, añade Padín, como tantas otras empresas que no han podido aguantar el embate de una crisis que llegó de forma tan drástica con el cero turístico.

La distribuidora de bebidas Ahembo cree que la recuperación tardará tres años

El presidente de Asinca, Raúl García, indica que la parte menos afectada por el impacto de la crisis turística y comercial han sido las empresas vinculadas a la construcción o las especializadas en comercio exterior y bienes intermedios, que han podido sortear la situación al no verse afectadas directamente por la caída del consumo interno.

Datos:

  • 4.000 Afección de los ERTE: Sobre el 10% de los empleados del sector industrial en las Islas han estado afectados o siguen en ERTE, alrededor de unos 4.000, más vinculados al turismo y la hostelería.
  • -27,5% Fuerte caída interanual: El segundo trimestre fue muy duro para la actividad industrial como consecuencia del estado de alarma y el cero turístico, con una caída del PIB interanual del 27,5%.
  • 7-8% Aportación al PIB regional: La industria supone actualmente entre el 7 y el 8% del PIB de las Islas, con unos 4.000 millones de euros de aportación y más de 5.000 empresas con actividad industrial.