La pandemia del coronavirus ha provocado múltiples efectos en la sociedad, en la economía y en el día a día de la población. Uno de los más destacados es el fuerte incremento del ahorro de las familias a tasas desconocidas hasta ahora en tan corto espacio de tiempo. Lógicamente las restricciones impuestas para evitar la propagación del virus han sido un factor determinante que ha restringido los gastos habituales de los hogares, pero también la incertidumbre y el temor a perder el empleo han contribuido a que se hayan disparado los ahorros. En Canarias la tasa de ahorro se ha duplicado desde que se inició la pandemia en marzo a pesar de la menor renta disponible, como consecuencia del mayor impacto de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en Canarias por la afección al sector turístico y el incremento de la inestabilidad laboral.

El incremento del ahorro es propio de épocas de crisis e inestabilidad. En la recesión que se inició en 2008 también hubo un aumento del dinero de los hogares en las cuentas bancarias pero la duración de la misma no propició lo de ahora, es decir, que de un trimestre a otro se más que duplique el ahorro familiar. Según los últimos datos estadísticos, del primer al segundo trimestre del año –coincidiendo con el estado de alarma y el inicio de la desescalada– el ahorro de las familias se ha duplicado al superar en un 103,8% el dato del trimestre anterior y la tasa de ahorro ha pasado del 10,2% de la renta que representaba en el primer trimestre, al 22,5% que registró en el segundo trimestre, y ello en un periodo en el que descendió la renta disponible un 7,7%, según un informe de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE).

Pero es que una vez iniciada la llamada nueva normalidad las cosas tampoco han variado en exceso, ya que Canarias se ha situado entre las comunidades donde el consumo se ha retraído más por la propia estructura económica y social de las Islas, la fuerte dependencia del turismo y el efecto arrastre que genera en otros sectores. Muchas familias con sus miembros en ERTE prefieren reservar los ahorros y consumir menos hasta que se normalice la situación y las empresas vuelvan a la plena actividad.

Tras el estado de alarma Canarias ha consumido menos por los ERTE y la subida del paro

Cerca del 60% de las familias de las Islas han conseguido ahorrar en este periodo de crisis iniciado hace casi nueve meses. Y en esta contención del gasto no entran solo los afectados por ERTE, empleados precarios o parados, sino también empleados públicos, jubilados y personas con ingresos estables. Aquí entra en juego no solo las restricciones impuestas por el Covid-19 –que han reducido la movilidad, las vacaciones y las salidas a locales de ocio, cines o restaurantes– sino también en gran medida la incertidumbre que se genera y el temor a lo que puede deparar el futuro ante un escenario cambiante que no se despejará hasta que la mayoría de la población esté vacunada.

De esta tesis es la profesora de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Victoria Ruiz. “El dinero es miedoso en una situación como esta, tanto de las empresas para invertir como de las familias para consumir”, explica Ruiz. En su opinión “la incertidumbre, la cautela y el miedo retraen a las familias que también tienen más posibilidades de gastar”. La docente no ve hasta el próximo verano que se pueda normalizar la situación si finalmente la vacuna se extiende en los próximos meses, por lo que será a partir de ahí cuando las familias puedan incrementar su consumo, siempre y cuando no haya sorpresas por el camino.

Los expertos avisan que el dinero es “miedoso” y no ven mejoría hasta el próximo verano

Por su parte, el director de Renta 4 en Las Palmas, Mariano Sanginés, señala que el incremento del ahorro ha sido más abrupto ahora que en la crisis de 2008 por las propias circunstancias de la crisis sanitaria y el cierre de la actividad económica. “En 2008 el incremento del ahorro fue más a cámara lenta a medida que se agravó la situación, ahora los ERTE y el miedo a perder el empleo ha incrementado la tasa de ahorro”, añade Sanginés.

¿Y el resto de la población? Más de un tercio se encuentra según las estadísticas en el umbral de la pobreza o recibe parte de sus ingresos de la economía sumergida o de ayudas sociales públicas, por lo que es muy difícil que tengan capacidad de ahorro suficiente.

Los datos del Banco de España reflejan también, según las conclusiones de la CCE, un fuerte incremento de los depósitos de las familias en los bancos hasta el mes de septiembre, con un total de 760.328 millones de euros frente a los 695.125 de todo el año 2019. El dato para 2020 solo contempla cifras hasta el mes de septiembre, y pese a ello, ya supera en un 9,38% el volumen de depósitos que se contabilizaban en todo el ejercicio anterior.

¿Aumentará el consumo cuando acabe lo peor del Covid? Algunos economistas creen que quizá el rescate público de los más golpeados permita un aterrizaje más suave, pero no está claro que se vuelva a tirar de cartera con tanta alegría porque apenas nos habíamos recuperado de la gran recesión cuando llegó la pandemia y echó por el suelo las previsiones.

Cifras:

  • 22,5% Ahorro histórico_ La tasa de ahorro se sitúa en niveles históricos cuando aún no ha finalizado el año en relación a cuando empezó, que era del 10,2%. Las restricciones han sido decisivas.
  • 760,3 Depósitos de los hogares_ Los depósitos a la vista de los hogares españoles se han incrementado notablemente durante el año, según refleja el Banco de España, hasta los 760.328 millones.
  • -7,7% Caída de la renta familiar_ La renta disponible de las familias ha caído cerca de un 8% desde que se inició la crisis debido fundamentalmente a los ERTE. Pese a todo el ahorro se incrementó.