La aerolínea low cost Norwegian Air Shuttle ha solicitado el concurso de acreedores en Noruega con el objetivo de que la Justicia del país nórdico le conceda la protección especial que otorga la legislación y así poder hacer frente a la reestructuración necesaria para atajar sus problemas financieros. En un comunicado remitido a la Bolsa de Oslo, la línea aérea explica que ha dado este paso después de que el lunes el tribunal encargado de supervisar el concurso solicitado en Italia otorgara a la empresa las protecciones legales previstas en la normativa irlandesa.

“Un proceso complementario de reconstrucción bajo la ley noruega beneficiará a todas las partes y aumentará la probabilidad de un resultado exitoso. Nuestro objetivo es asegurar puestos de trabajo en la empresa y contribuir a asegurar, en Noruega, la infraestructura más crítica y la creación de valor”, ha detallado el consejero delegado de Norwegian, Jacob Schram.

La empresa indica que llevará a cabo este proceso en Noruega para “fortalecer” el resultado obtenido en Irlanda y “redimensionar” su balance. La doble vía de concursos en ambos países será coordinada por la compañía, que ha garantizado que seguirá operando sus rutas con normalidad y que sus bonos y acciones seguirán cotizando en la Bolsa de Oslo.

“A partir de ahora nos concentraremos en trabajar en pos de nuestro objetivo de reducir la deuda de la empresa, así como el tamaño de nuestra flota de aviones y asegurarnos de que somos una compañía que los inversores consideren atractiva. Estaremos listos para competir por los clientes una vez la pandemia del Covid-19 quede atrás”, apostilla Schram.

Horas después de la presentación de la petición, la compañía informó de que el Juzgado de Primera Instancia de Oslo ha admitido su solicitud. De este modo, Norwegian podrá proceder, según lo planeado, con su proceso de protección de doble vía (en Irlanda y en Noruega).

La gravedad de la crisis es tal que la compañía anuncia que va a ampliar capital para ver si capta dinero con el que sobrevivir. El próximo 17 de diciembre habrá una asamblea de accionistas (junta general, en lenguaje legal español), para pedirles más dinero. La dimensión de la crisis, en la que Norwegian no está peor que sus rivales, se refleja en los datos del pasado noviembre: las ventas cayeron un 95%. La capacidad, o sea la oferta de asientos, cayó un 96% y el total de pasajeros transportados cayó un 98%. La ocupación de asientos que en una compañía como Norwegian solía rondar el 80%, ha caído hasta el 44%, absoluto indicador de la dimensión de la crisis.

A los accionistas se les convoca para que inyecten más capital. La empresa quiere 375 millones de euros para aguantar unos meses más. Igualmente, renegociará las deudas que tienen vencimiento inmediato para canjearlo por deuda a más largo plazo.