Los sindicatos CCOO y UGT han anunciado este viernes la convocatoria de una huelga general en las oficinas de Correos en toda Canarias el próximo 30 de diciembre para protestar contra los recortes de plantilla.

"Lo más grave", denuncian ambas organizaciones, es que se está reduciendo la plantilla y cerrando oficinas mientras la empresa anuncia públicamente un incremento de la afluencia de clientes en las oficinas, y que, según sus propios datos, se ha producido una subida interanual de más del 16% en volumen de paquetería en Canarias.

Por ello, denuncian en una nota la "desfachatez" del presidente de la entidad, "que gasta millones en campañas publicitarias para declarar su interés por el mundo rural, mientras la realidad es que está degradando y condenando al abandono el servicio público postal tradicional para centrarse en trabajar exclusivamente el rentable mercado de paquetería y logística, siendo imposible que el centro de clasificación, las unidades de reparto y las oficinas den un servicio público acorde con lo que debe ser una empresa como Correos".

Otra de sus líneas de actuación, critican, ha sido la de la venta o cesión por "precios irrisorios" del patrimonio público de Correos, representando principalmente por sus edificios históricos en varios lugares de la geografía nacional.

Así, se refieren, por ejemplo, a la antigua sede de Santa Cruz de Tenerife en la Plaza de los Patos, actualmente cerrada, y que la empresa se niega a "aclarar su futuro".

Además, apuntan que las dos unidades de reparto también han sido trasladadas al barrio de la Salud a un local mucho más pequeño e inadecuado para tantos trabajadores y en una zona residencial --lo que ha provocado quejas de los vecinos--, hecho que ha sido denunciado ante la Inspección de Trabajo.

Los sindicatos apuntan que la empresa no ha querido atender las reclamaciones para poner fin a los recortes y buscar consensos a través del diálogo, y de hecho, "se sabe que está previsto seguir realizándolos".

Para los sindicatos, que se concentran este viernes ante la sede central de la compañía en Santa Cruz de Tenerife, "300 años de servicio público y una empresa que bien gestionada sería rentable no pueden seguir en manos de un puesto político incapaz que solo busca mejorar su imagen personal y desguazar el servicio público postal mediante los recortes de puestos de trabajo".