El Consejo de Ministros aprobó ayer martes dos reales decretos que actualizan el marco contable y de auditoría para adaptarlo a la normativa europea y mejorar la confianza de los inversores y la fortaleza de los mercados de capitales. Uno de los reales decretos aprueba el reglamento que desarrolla la ley 22/2015, de auditoría de cuentas, mientras que el segundo aprueba el Plan General de Contabilidad.

Según avanzó la ministra portavoz, María Jesús Montero, se trata de dos textos normativos que adaptan las leyes españolas a la normativa europea y modernizan los sectores de la auditoría y la contabilidad.

El reglamento que aprueba el primer real decreto detalla las condiciones, requisitos y formalidades que deben cumplir los profesionales de la auditoría, contribuyendo así a incrementar la fiabilidad en la información financiera que se audita y en la que confían los terceros que actúan en el mercado. Para fortalecer la independencia de los auditores, establece los mecanismos para evitar conflictos de intereses, así como los requisitos necesarios de documentación en los papeles de trabajo del encargo del análisis de las amenazas a la independencia y las posibles medidas de salvaguarda adoptadas.

Transparencia

En cuanto a la transparencia sobre el trabajo de los auditores, la normativa establece un conjunto de requisitos de publicidad, entre los que destacan la obligación de emitir un informe anual de transparencia para los auditores de entidades de interés público y la obligación de publicar los resultados de las inspecciones periódicas llevadas a cabo a esos auditores por parte del ICAC.

El segundo decreto tiene como misión actualizar los planes de contabilidad del sector empresarial, un “paso importante en la estrategia de convergencia del derecho contable español con las normas financieras internacionales y, en particular, con las europeas”, dijo Montero tras la reunión del Consejo de Ministros que se celebró ayer.