Guillaume Duverdier, presidente de HEINEKEN España, destaca la importancia del sector hostelero en nuestro país. "El bar es más que un bar", afirma. La cervecera ha invertido más de 150 millones de euros en ayudas directas, formación, préstamos a clientes y otros programas de apoyo a la hostelería afectada por la crisis de la Covid-19.

La crisis sanitaria amenaza con alargarse al menos seis meses y enero está siendo un mes complejo, ¿cómo se prepara Heineken?

Nos enfrentamos a una crisis estructural, cuyos efectos económicos no desaparecerán cuando lo haga la crisis sanitaria. El contexto es extremadamente retador. Especialmente para un negocio como el nuestro, la cerveza, que siempre ha estado vinculado al disfrute social y que depende en gran medida de la hostelería, uno de los sectores más impactados.

En la familia HEINEKEN España vemos 2021 como un año de transición, entendiendo que nuestra evolución dependerá en gran medida de cómo evolucione la pandemia, pero también de la capacidad de reacción y adaptación de todos. Por eso nos esforzamos por responder a la incertidumbre con agilidad y empatía, con el ánimo de ser parte activa de la recuperación del país. Con prudencia financiera y una visión a largo plazo que desde el primer momento ha puesto el foco en lo más importante, las personas, nuestros empleados y clientes.

¿Qué papel jugará la hostelería en la recuperación del país?

Soy consciente de que la hostelería en España es uno de los sectores más dinámicos de su economía. Cuando los bares van bien, el país funciona. Ya probaron su capacidad para reinventarse tras la crisis de 2008, liderando los primeros indicios de la recuperación, y estamos seguros de que volverán a hacerlo si cuentan con los apoyos necesarios.

Lo sabemos y, sobre todo, lo deseamos. Porque, en España, el bar es más que un bar. Forma parte del estilo de vivir español, de esta identidad cultural que nos define dentro y fuera de nuestras fronteras. Es el lugar donde surgen los negocios, la cultura. Es la verdadera red social. Y este vínculo emocional se hace aún más fuerte cuando pensamos en todos los implicados en su actividad diaria. La industria agroalimentaria, servicios financieros o transportistas entre otros. El negocio del bar trasciende la barra, empieza en el campo y llega a suponer y llega a suponer en torno al 20% de nuestro PIB si tenemos en cuenta todos esos sectores estratégicos.

El mensaje y los apoyos han de ser en especial importantes cuando se dirigen al sector de la hostelería, que atraviesa una difícil situación con motivo de la pandemia por la Covid 19. ¿Qué está haciendo su empresa para ayudarles?

Más de la mitad de los bares de España son clientes nuestros y esto hace que entendamos muy bien sus necesidades y el papel que juegan en la sociedad. Por eso, desde el primer momento nuestras marcas Heineken, Cruzcampo y Amstel se volcaron con los bares con un compromiso real y tangible, que les ayudase a mantener sus puertas abiertas.

Como resultado, este año ya hemos invertido más de 150 millones de euros en ayudas directas, formación, préstamos a clientes y otros programas de apoyo al sector. Con una visión a corto, medio y largo plazo, que pretende hacer su situación un poco menos dura, ayudarles a impulsar sus negocios y afrontar el futuro. Demostrando que somos verdaderos socios del hostelero.

Con este espíritu nació el movimiento social #FUERZABAR, que arrancó con la aportación de más de 21 millones de productos gratuitos para hacer la reapertura de los bares un poco menos dura y hoy sigue vivo.

¿Cómo ve la situación en España, respecto a la de nuestros vecinos europeos?

Como miembro del Comité Ejecutivo de HEINEKEN en Europa y por mi trayectoria internacional, tengo claro que, si hay un lugar donde hay que cuidar la hostelería, es en España. Casi el 70% del todo el consumo de cerveza en nuestro país tiene lugar en momentos de ocio fuera de casa, lo que demuestra su importancia. La hostelería debería ser tratada como un sector de primera división. Por el papel que juega en la economía nacional, mucho más destacado que en ningún otro país europeo. Pero, sobre todo, por el rol social que desempeña. Si las previsiones del sector se cumplen y la tercera parte de los bares que había en 2019 echan la persiana, perderemos demasiado: cerca de un millón de empleos y una parte muy importante de nuestro patrimonio cultural.

Hablando del futuro de la hostelería, ¿cómo puede reinventarse el sector para superar el impacto de esta crisis?

La situación que hoy vivimos debe ayudarnos a definir las bases de la hostelería del futuro. A todos nos da miedo la incertidumbre, pero cuando las reglas cambian, se abre ante nosotros un mundo de oportunidades. Y tenemos todo lo necesario para que nuestros hosteleros puedan aprovecharlas: el talento, las ganas y el apoyo de marcas ciudadanas como Cruzcampo, decididas a jugar un papel relevante en este proceso.

Bajo este planteamiento nació Talento Cruzcampo, una plataforma de transformación de la hostelería

desde la formación, profesionalización y orientación, que pone nuestra experiencia, nuestros recursos y nuestra relación con los clientes al servicio de algo que está por encima de nuestro negocio, ayudar a a sus futuros profesionales: los jóvenes. Centrándonos en este colectivo, uno de los más afectados por la crisis, queremos contribuir a generar oportunidades de empleo para ellos y prepararlos para impulsar la transformación en el sector hostelero.

¿Economía o salud? ¿Cuál debe ser la prioridad?

Salud y economía van de la mano. Lógicamente, en la familia HEINEKEN siempre hemos tenido claras nuestras prioridades: cuidar de las personas, en nuestro caso, de nuestro equipo y de nuestros clientes. Pero también sabemos que hay que pensar a largo plazo y para ello necesitamos una sostenibilidad económica. Solo así podremos lograr la ansiada recuperación de nuestro país. No se trata de elegir, sino de buscar soluciones favorables a ambos y no culpabilizar a sectores como el de la hostelería. Los datos demuestran que los bares pueden ser lugares seguros y están haciendo esfuerzos muy importantes para adaptarse a las nuevas regulaciones en términos de seguridad y salud.

Los resultados de 2019 nos han permitido afrontar las consecuencias del coronavirus y contribuir a la situación aportando valor a la sociedad. Así, en 2020 nos hemos enfocado en proteger a nuestra gente, garantizando la salud de nuestro equipo y aportándoles seguridad, manteniendo el compromiso de no realizar ningún ERTE durante el año. Gracias a ello, y al compromiso de todos los miembros de esta gran familia, hemos podido seguir operando en todo momento para que nuestras cervezas no falten en ningún hogar. Además, nos hemos volcado con la hostelería, el corazón de nuestro negocio, para hacer su situación un poco menos dura y ayudarles a seguir adelante. Todo ello sin olvidar nuestra ambiciosa agenda de sostenibilidad medioambiental, conscientes, ahora más que nunca, de que nuestra salud depende de la salud del planeta.

¿Cómo se articula este compromiso con la sostenibilidad?

En HEINEKEN siempre hemos pensado en verde y la estrategia de sostenibilidad de la compañía es inherente al ADN de nuestra compañía. Elaboramos cervezas que le gusten al mundo, es decir, a las personas y al planeta. Por eso la sostenibilidad, tanto social y medioambiental, está integrada en nuestro modelo de negocio y es una palanca natural de nuestro crecimiento. Aprovechamos la potencia de nuestras marcas para que nuestra contribución llegue más lejos, a lo largo de toda la cadena de valor, del campo al bar.

No ha de resultar fácil articular un plan de tales dimensiones en una empresa multinacional como Heineken

Al contrario, esta dualidad nos beneficia a todos. En la familia HEINEKEN pensamos que estar en todo el mundo implica cuidar de todo el mundo, por eso nuestra estrategia de sostenibilidad combina la potencia global con la diversidad local. Alineamos nuestros objetivos globales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, para apuntar más alto; y ponemos en marcha nuestra hoja de ruta en España con un enfoque local, ocupándonos de los temas que preocupan aquí y ahora. Además, nos inspiramos en experiencias de éxito en otros mercados para ganar en eficacia y agilidad. Así, todo lo que aprendemos suma y nos ayuda a aportar más valor.

Heineken pretende convertirse en una cervecera cero emisiones, ¿cuál es su hoja de ruta para alcanzar un objetivo tan loable?

El cambio climático es uno de los mayores retos del siglo y un área prioritaria en nuestro compromiso con la naturaleza, que se centra en reducir las emisiones de CO2 y proteger las fuentes de agua. Dos grandes problemas para el ser humano y para nuestra compañía, que en España son especialmente urgentes por los efectos del calentamiento global y la escasez de agua.

Nuestra ambición es convertirnos en la primera cervecera española cero emisiones antes de 2025. Llevamos años trabajando con este objetivo y cada paso que damos supone un importante avance para alcanzar nuestra meta. Ya somos la primera cervecera de España que elabora sus productos exclusivamente con electricidad 100% renovable. Más de 4.200 millones de cañas al año elaboradas con el poder del sol. Nuestras fábricas avanzan constantemente en el reciclaje o reutilización de los residuos generados en la elaboración de cerveza, que en plantas como la de Valencia ya se integran al 100% en un sistema de economía circular. Y muy pronto nuestra planta de Jaén se convertirá en la primera fábrica cervecera neutra en carbono de España y de Europa dentro de su categoría, ya que funcionará exclusivamente con energía renovable. Allí elaboraremos nuestras primeras cervezas con sabor 10 y emisiones 0.