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Los británicos solo pueden comprar casa en Canarias con permiso de Defensa

Su condición de extranjeros tras el ‘brexit’ los obliga a obtener la previa autorización militar

Vista del Big Ben con la bandera británica. | | E.P.

Los británicos que quieran comprarse una vivienda en Canarias deben tener el permiso del Ministerio de Defensa. El 1 de enero, con la consumación del brexit, los súbditos del Reino Unido pasaron de ser ciudadanos comunitarios a tener la consideración de extranjeros. Y los extranjeros que deseen adquirir una casa o cualquier otra finca rústica o urbana en zonas e instalaciones de interés para la defensa nacional han de contar con autorización militar previa. El caso es que los dos archipiélagos del país —Baleares y Canarias— son zonas de interés para la defensa nacional, y como tal, el acceso a la propiedad está limitado en el caso de los foráneos. Así lo establece una ley de marzo de 1975, solo meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco —de hecho fue este quien la sancionó—, que sigue plenamente en vigor.

La ley en cuestión es la 8/1975, de 12 de marzo, que regula las susodichas zonas e instalaciones de interés para la defensa nacional. No obstante, fue el Real Decreto 689/1978, ya tras la muerte del dictador y poco antes de aprobarse la Constitución, el que definió esos lugares especialmente relevantes para la seguridad del país, hasta el punto de considerar necesario restringir o condicionar el acceso a la propiedad de los foráneos. De esta manera, todas las islas e islotes son “zonas de acceso restringido a la propiedad por parte de extranjeros”. Esto implica que el ciudadano de un país tercero necesita el visto bueno de Defensa para poder comprar en Canarias un piso, una casa, una vivienda, un local o incluso una plaza de garaje. Y la autorización debe ser previa, subraya el decano del Colegio de Registradores de la provincia de Las Palmas, Rafael Robledo. Es decir, el permiso militar es condición sine qua non para poder cerrar la compraventa del inmueble, con lo que no vale tramitarlo a posteriori.

Los ingleses, entre los principales compradores de segundas residencias

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Además, la exigencia no solo es para las personas físicas, sino también para las empresas. Si una multinacional o fondo de inversión con sede en Londres busca inmuebles en el Archipiélago, también debe pedir la autorización al Ministerio. Un trámite que los británicos se ahorraban hasta el pasado 31 de diciembre, cuando aún conservaban sus derechos como ciudadanos de la Unión Europea. Pero el brexit tiene consecuencias, y no todas, como en este caso, se ven desde un primer momento. Todos los súbditos de los Estados miembros, más los de Islandia, Noruega y Suiza, tienen la consideración de nacionales también a los efectos de la ley que regula estas zonas de interés para la defensa del país. Pero el Reino Unido ya no es Estado miembro, y, además, “no hay ninguna disposición específica sobre cooperación civil” en el Acuerdo de Retirada de Londres del club comunitario, recuerda el director de Relaciones Internacionales del Colegio de Registradores de España, Enrique Maside. “Las normas relativas al régimen de servicios e inversión y liberalización de movimientos de capitales del Acuerdo no justifican una igualdad de trato de los ciudadanos británicos en la adquisición de bienes inmuebles sujeta a restricciones por razones de defensa nacional”, resume Maside en un artículo divulgado por el colegio profesional. Así pues, los ingleses que quieran comprarse una segunda residencia en las Islas, el sueño de muchos jubilados británicos, antes deben tener la autorización militar. Al menos hasta que España y el Reino Unido firmen un acuerdo al respecto.

Dos excepciones

Solo hay dos casos en los que el comprador británico podría evitar la solicitud del permiso militar. No tendrá que pedir autorización si el inmueble está afectado por un plan general de ordenación con informe favorable del Ministerio de Defensa —en este caso ya hay un permiso implícito—. Y la otra excepción también remite a la legislación franquista, en concreto a la Ley 197/1963, que fue la que estableció las zonas de interés turístico nacional. Si la casa o local está en una de estas zonas, tampoco hace falta la autorización militar, pero el caso es que estos espacios no fueron muchos en el Archipiélago. Los Centros de Interés Turístico que se aprobaron en las Islas entre 1964 y 1975 son los de la Playa de las Gaviotas y la Playa de las Teresitas, en Santa Cruz de Tenerife; los de El Guincho, en San Miguel de Abona, y Callao Salvaje, en Adeje, ambos al sur de Tenerife; el del Acantilado de Los Gigantes, en Santiago del Teide; y el de Costa Tauritos, en Mogán, Gran Canaria.

Antecedentes penales


A partir de ahora, y hasta que la diplomacia lo remedie con la firma de un acuerdo bilateral entre países —si es que se da el caso—, los súbditos del Reino Unido tendrán que sumar a los muchos trámites que implica la compra de una vivienda el de la autorización del Ministerio de Defensa. Y esto incluye un plano de la vivienda y también un certificado de que el comprador no tiene antecedentes penales, algo fundamental cuando de lo que se trata en última instancia es de blindar la defensa nacional. Los británicos figuran entre los no españoles que más casas compran en la región, aunque en los últimos años están a la par con los italianos, que han llegado a superarlos. El comprador tipo es quien busca una segunda residencia para las vacaciones y los años de la jubilación. | M.Á.M.

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