La aerolínea impulsada por hoteleros del Archipiélago comenzará a volar este año si la incidencia de la pandemia lo permite. Este es al menos el objetivo de los inversores de esta línea área, que nace con el objetivo de ayudar a las Islas a recuperar parte de la conectividad perdida debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Una decena de empresas de Tenerife y La Palma respaldan el proyecto que también cuenta con financiación del Cabildo tinerfeño. Entre todos han aportado el cien por cien del capital necesario para ponerla en marcha, pero la intención es que puedan incorporarse nuevos socios de la provincia de Las Palmas una vez comience a rodar.
La compañía se centrará en un primer momento en la conexión de las Islas con la Península con la intención de facilitar el traslado al Archipiélago de los turistas nacionales, pero sus impulsores no descartan ampliar su operatividad hacia otros mercados emisores de turistas más adelante.
La marca de la nueva aerolínea será presentada hoy por su presidente, Jorge Marichal, también presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), así como por el CEO de la nueva compañía, Óscar Trujillo, que además es CEO y fundador de One Airways, la empresa creada en 2009 con capital canario, que ha asesorado a los inversores en todo el proceso de lanzamiento de la aerolínea y que será el operador aéreo de las rutas que se proyecten. De hecho, la empresa se estableció en abril del año pasado en la Zona Especial Canaria (ZEC) para comenzar a operar desde la base que tiene en el aeropuerto de Tenerife Sur.
El proyecto busca la incorporación de nuevos inversores de la provincia de Las Palmas
Con la puesta en marcha de esta aerolínea se cumple una de las aspiraciones de los hoteleros tinerfeños, que llevan años reclamando la creación de una aerolínea canaria para no tener que depender tanto de líneas extranjeras y turoperadores, que han tenido en sus manos una gran parte del negocio turístico en las Islas.
La quiebra del gigante británico Thomas Cook en septiembre de 2019 ya puso sobre aviso al Archipiélago acerca de las consecuencias de una alta dependencia de estas empresas, que se encargan de vender paquetes turísticos. Thomas Cook traía a Canarias más de dos millones de turistas al año, un 12% de la cuota de mercado. Y su caída encendió todas las alarmas en la industria.
A esto se unió el cierre en enero de 2020 de las bases que Ryanair tenía en los aeropuertos de Tenerife Sur, Gran Canaria y Lanzarote que provocó la pérdida de 170.000 plazas aéreas. Comenzó entonces una carrera institucional para tratar que otras aerolíneas ocuparan el espacio que había quedado vacío, pero la irrupción de la pandemia en marzo dejó atrás el objetivo de recuperar la conectividad perdida, porque tras el cero turístico será necesario reflotar por completo el sector.
Su primer objetivo será operar en el mercado nacional para traer a turistas peninsulares
El transporte aéreo ha sido una de las actividades que más se ha resentido. Las aerolíneas ya han avisado de que necesitarán digerir las pérdidas antes de recuperar toda la operatividad, por lo que una vez se reactive el turismo, la demanda de viajeros superará las plazas ofertadas por las compañías y Canarias será una de las comunidades más afectadas por su dependencia del transporte aéreo para traer a los turistas.
En este escenario quiere comenzar a operar la nueva aerolínea canaria, que buscará convertirse en un factor que sume a la capacidad de conexión en las Islas. Según las declaraciones efectuadas hace varios meses por el CEO de la compañía, la intención es comenzar a trabajar con un avión y añadir uno más poco después, aunque todo dependerá de cómo evolucione el mercado.
Una ambición del sector turístico cumplida tras ocho años
La patronal turística tinerfeña lleva desde 2013 reclamando la creación de una aerolínea canaria que permitiese reducir la dependencia que existe en el Archipiélago hacia empresas foráneas que son las que en su mayoría se encargan de traer a los turistas a las Islas. Una dependencia que “asusta”, como ya aseguraba el presidente de Ashotel en aquel entonces, ya que Canarias cuenta con los negocios y todo lo necesario para atender a los visitantes, pero no tiene cómo traerlos hasta aquí. Las cifras que se barajaban hace ocho años para el proyecto eran 25 millones de inversión para cuatro aviones y 180.000 plazas al año.
En aquel momento, la crisis financiera hacia mella en la principal industria de las Islas y hoy al calor de una nueva crisis que ha provocado un cero turístico histórico parece que el proyecto podrá consolidarse. Desde el primer momento, los empresarios consideraron que la iniciativa debía contar también con el respaldo de las administraciones públicas. Ahora, el Cabildo tinerfeño se ha decidido a aportar 700.000 euros este año para hacerse con el 25% del accionariado y aunque los inversores hubieran preferido que el Gobierno canario también los respaldase, el Ejecutivo todavía no ha tomado una decisión definitiva. D. G.
