El grupo turístico alemán TUI registró una pérdida neta atribuida de 802,9 millones de euros en el primer trimestre (último del año pasado octubre-diciembre) de su ejercicio 2020/2021, un 524,3% más que un año antes, cuando perdió 128,7 millones de euros, debido a las restricciones de viajes por la pandemia de coronavirus. TUI informó ayer de que la pérdida operativa (Ebit) fue de 720,9 millones de euros, un 825,4% más, mientras la facturación se redujo un 87,8%, hasta 468,1 millones de euros, en el primer trimestre de su actual ejercicio.

El grupo turístico alemán explicó que “la demanda de los clientes para el verano de 2021 es fuerte pese a las incertidumbres” por los cambios que se producen en la pandemia. Los precios han subido una media del 20% respecto al verano de 2019 y las capacidades previstas se sitúan al 80% del programa de verano de 2019. TUI ha registrado 2,8 millones de reservas para el verano de 2021, cifra que representa el 56% de las reservas en el mismo momento para el verano de 2019.

Los cambios en las cuarentenas y en las restricciones en los viajes han llevado a que los clientes reserven con poco tiempo de antelación y mucho más tarde, como ocurrió el verano y otoño pasados. El consejero delegado de TUI, Fritz Joussen, expuso al presentar las cifras que “el mercado británico tiene una importancia especial. Vemos ahí un ritmo impresionante y objetivos ambiciosos para las vacunaciones” contra la covid-19.

Joussen consideró que “las vacunaciones y los test rápidos posibilitan terminar con la paralización en el turismo” y se mostró confiado en que “después de un comienzo lento”, ahora se ponga más energía en otros países en estos procesos. “Deberíamos hacer todo lo que podamos para volver rápidamente a las libertades básicas y que viajar sea posible de nuevo”, señaló el ejecutivo, quien añadió que Canarias fueron uno de los pocos destinos accesibles para los turistas.

TUI ha recibido 4.800 millones de euros en ayudas estatales y mantiene una fuerte disciplina de gastos. Además, redujo en su primer trimestre la salida de caja hasta una media de 300 millones de euros. Los accionistas aprobaron en enero la nueva inyección de dinero público por valor de 1.800 millones de euros, que podrían llevar al Estado alemán a hacerse con el 25% de la compañía.