Después de dos reaperturas, para los empleados y dirigentes del RIU Arecas, en Costa Adeje, poner en marcha este hotel de 400 habitaciones es cosa de niños. En cuestión de dos o tres días tendrán acicalado este complejo del sur de Tenerife para que vuelva a abrir al público a partir del 1 de junio. Y esperan que a la tercera se cumpla el refrán. La serie de buenas noticias que ha recibido Canarias en las últimas semanas ha llevado a los encargados de una de las cadenas líderes del país a abrir el tercero de los hoteles que tiene en Tenerife. Han permanecido abiertos el Palace y el Buenavista, mientras que las decisiones sobre el Arecas se han tomado en función del ritmo de la pandemia y de la demanda.
Todo ello gracias a la previsión de la empresa, que durante este tiempo se ha esmerado en dar a sus empleados la formación y al hotel el mantenimiento suficiente para reabrir en cuanto se produzca la oportunidad. «Hemos cerrado los hoteles de tal manera que estemos preparados para poderlos abrir de una manera muy ágil. Tardamos dos o tres días en poder abrirlos», asegura Juan Carlos Dreher, delegado de Zona RIU en Tenerife. Detalla el dirigente que durante el cierre cuentan con un equipo de trabajadores que se ocupan de realizar un mantenimiento preventivo, dejando las habitaciones «en un estado óptimo y prácticamente preparados».
En estos momentos los dirigentes ya se encuentran realizando los pedidos para tenerlo todo a punto el 1 de junio, pero el grueso del personal -en total son entre 150 y 200- se reincorporará en los días previos.
Será entonces cuando vuelvan a recibir una formación intensa «para refrescar una serie de conceptos para que todo el mundo lo tenga muy claro», explica en referencia a los 17 protocolos sanitarios que desarrolla la compañía. En el caso del Arecas, relata Dreher, cuenta con empleados que se reincorporarán tras trabajar estos meses en los otros dos hoteles de la compañía, por lo que «están rodados».
Ahora, con las vacunaciones creciendo, los casos positivos bajando y cada vez más países abriendo sus fronteras, el RIU Arecas volverá a funcionar pese a que estos condicionantes «no se han traducido todavía en volumen de reservas», asegura Dreher. En las dos anteriores aperturas aguantaron sobre todo gracias al mercado local, «pero no será suficiente para poder cumplir las expectativas que tenemos».
Esta vez están convencidos de que será diferente y que las reservas «se van a activar con fuerza en las próximas semanas». «El detonante es que hay una serie de buenas noticias, como el fin del estado de alarma, por lo que hay una mayor movilidad, además de que los Países Bajos, Bélgica y Alemania ya dejan viajar a los turistas. Y el Reino Unido, aunque estamos en ámbar, confiamos en que en las próximas semanas Baleares y Canarias estemos en semáforo verde», sentencia Dreher.
