La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas descendió ligeramente al 4,51% en marzo, frente al 4,55% de febrero y el 4,8% de un año antes.

Este descenso se produce tras dos meses de suaves repuntes y la ratio de mora coincide con la registrada en diciembre de 2020, según los datos provisionales del Banco de España recogidos por Europa Press.

Los créditos dudosos disminuyeron un 0,29% respecto al mes anterior, hasta 54.98 millones de euros, y un 4,18% frente al dato de marzo de 2020.

Después de tres meses de descensos, en marzo se produjo un aumento del 0,56% en el crédito total del sector, hasta 1,218 billones de euros. Este volumen de crédito era un 1,89% superior al registrado un año antes.

Las cifras incluyen el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito.

Sin incluir los cambios metodológicos, la ratio de morosidad se situaría en el 4,62%, puesto que el saldo de crédito fue de 1,188 billones de euros en marzo de 2021, al excluirse el crédito de los EFC.

Las provisiones de las entidades financieras subieron por quinto mes consecutivo y se situaron en 41.266 millones de euros en el tercer mes del año, 960 millones de euros más que en febrero (+2,38%) y un 11,58% más que en marzo de 2020, cuando se colocaron en 36.983 millones de euros.

La ratio de cobertura, medida como el total de provisiones sobre el total de los créditos dudosos, se situó en el 75,05%, frente al 73,1% de febrero y el 64,45% de marzo de 2020.

La mora sigue contenida

Este comportamiento del crédito se produce en un contexto en el que los principales organismos internacionales y nacionales, así como firmas crediticias, han venido advirtiendo de que en los años 2021 y 2022 aflorará la morosidad derivada de la crisis del coronavirus, que se ha mantenido contenida gracias a las medidas de apoyo desplegadas para hacer frente a la crisis, como avales públicos y moratorias.

El Banco de España ya ha identificado los primeros indicios de un potencial deterioro en la calidad crediticia de los préstamos, como son el fuerte aumento del crédito en vigilancia especial (stage 2), que es aquel en el que el riesgo de impago ha aumentado significativamente desde su reconocimiento inicial, pero no lo suficiente como para clasificarlo como dudoso.

Además, ha constatado que las señales de deterioro crediticio en las carteras de préstamos avalados y en moratoria son "significativamente superiores" a las del resto de las carteras. La mayoría de las moratorias vigentes vencerá a lo largo del segundo trimestre.