La plantilla de JSP batalla por evitar que la histórica industria canaria de la agroalimentación termine en concurso de acreedores. Ayer se desplazaron hasta la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife para entregar al viceconsejero de la Presidencia del Gobierno de Canarias, Antonio Olivera, un plan de viabilidad tras el que estaría un grupo de inversores del Archipiélago. En paralelo, el fondo de capital riesgo Hiperion negocia su entrada en la compañía como socio financiero, lo que permitiría a la familia Sánchez continuar –la proporción también está por determinarse– en la toma de decisiones y mantenerse como socio industrial de referencia.
El fondo asturiano que comandan el expresidente del Real Oviedo Celso González y el presidente de Quirónsalud, Víctor Madera, se faja con los bancos, principales tenedores de la deuda –más de 50 millones de euros– que ha acumulado la compañía en los últimos años. El viernes se cumplen los 25 días que se otorgaron las partes para intercambiarse toda la información, la conocida como due dilligence. No obstante, se trata de un plazo ampliable si así lo deciden Hiperion y JSP.
Mientras, los trabajadores mantienen que cuentan con el apoyo de «un grupo de inversores canarios serios» que se proponen ponerse al frente de la compañía. Así lo manifestó ayer el presidente del comité de empresa, Ángel Yanes, que se mostró esperanzado tras el encuentro con Olivera.
«El primer objetivo del plan es salvar los 500 puestos de trabajo y la salvación del grupo entero», manifestó el representante sindical. De ese modo, Yanes se opuso a quienes pretenden llevar la empresa hasta el proceso concursal «para que liquidarla sea barato, con el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) pagando a la plantilla» para después «venderla por partes: Celgan, la panadería...».
En su opinión, resulta «extraño que nadie de Hiperion» haya aparecido por la empresa. «Si te vas a comprar una casa, lo normal es que la visites antes», sostuvo Yanes. El presidente del comité de empresa recordó que los pasado intentos de compra conllevaron la presencia de los candidatos «durante más de tres meses».
