Los españoles prevén gastar este año en sus viajes de verano una media de 566 euros por persona, lo que supone un 5 % menos (29 euros menos) frente a los 595 euros de 2020, en plena pandemia de covid-19, y un 20 % menos respecto a 2019, según el Observatorio Nacional del Turismo Emisor, ObservaTUR.

No obstante, ya antes de la crisis sanitaria, que provocó el verano pasado una caída interanual del 17 % en su presupuesto vacacional, se había producido un ligero descenso, del 0,7 %, en 2019, hasta 714 euros, frente a los 719 euros de 2018, con lo que se ha reducido en 153 euros en cuatro años.

Los viajeros que cuentan con un presupuesto global inferior a los 1.000 euros para las vacaciones de verano representan un 54 %, mientras que, en el otro extremo, los que superarán los 3.000 euros tan solo suponen un 4 %.

El nuevo informe de temporada de ObservaTUR presentado este lunes, el tercero que publica en época de pandemia, muestra que el 71 % de los viajeros nacionales consultados tiene previsto viajar este verano y, además, un 39 % de ellos declara que está seguro de ello.

Un 29% no viajará

Sin embargo, el 29 % restante, que habitualmente viajaba en veranos anteriores, no saldrá este año, por razones económicas, que aducen un 40 %, y, en menor medida, por miedo a la pandemia.

Un 15 %, además, afirma que las vacaciones en las actuales circunstancias, aun con medidas de seguridad, les resultan poco atractivas.

El 77 % de los que ya ha decidido a dónde viajará este verano, ha elegido un destino nacional (un 71 % a una comunidad autónoma diferente a la propia); el 12 %, uno internacional, y otro 12 %, combinará ambos.

Entre los que prevén salir al extranjero, la inmensa mayoría está planteándose un viaje a Europa, mientras que las previsiones de desplazarse al resto de continentes son muy minoritarias o inexistentes.

Europa, cruceros y larga distancia

En la misma línea, las previsiones de las agencias de viajes apuntan a que los destinos que saldrán fortalecidos este verano serán nacionales, sobre todo los espacios naturales, las zonas rurales y las playas, tanto peninsulares como de las islas.

Fuera de nuestras fronteras, en su opinión, el Caribe ganará peso, en tanto que los circuitos europeos, los cruceros y los viajes de larga distancia perderán relevancia.

Agosto será, de nuevo, el mes protagonista de las vacaciones de verano, al que opta el 41 % de los viajeros, seguido de julio (32 %), y aunque el primero pierde algo de peso, sobre todo la tendencia sostenida desde 2019 es el descenso de individuos que eligen septiembre (representaba el 17 % en 2019, el 15 % en 2020 y este año se queda en el 13 %).

Otro rasgo destacado recogido en el informe es que la mayoría de los viajeros (56 %) disfrutarán de unas vacaciones de verano como mínimo de 8 días y un 18 % superarán los 15 días.

El hotel, junto con la vivienda propia, se igualan en las previsiones sobre alojamiento (32 % en ambos casos), en tanto que el motivo principal para elegir un destino es la "no masificación" (24 %).

A pesar de que la mayoría de los viajeros optará por el vehículo particular (79 %), el avión experimenta una ligera recuperación, pero "todavía continúa lejos de los valores de 2019".

Un tercio de los viajeros prevé utilizar una agencia de viajes para sus vacaciones de verano y un 11 % ya ha hecho alguna reserva.

Pocas reservas en agencias

Aunque la mayoría de las agencias asegura que ya han comenzado las reservas para este verano, aún son pocas.

A su juicio, la actividad turística ya se ha reactivado, pero lo ha hecho a un ritmo lento, lo que lleva a la mayoría de las agencias a considerar que la recuperación de la normalidad económica a niveles prepandemia requerirá un año más como mínimo y no se iniciará hasta 2022.

El 90,4 % de los agentes cree que, en 2021, se podrá alcanzar entre un 50 % y un 80 % de los niveles de facturación de 2019, pese a lo cual, la mitad de las agencias mantiene a todos sus empleados y no prevé despidos, porcentaje similar al registrado en invierno.

Sin embargo, el 38,6 % de las agencias no ha podido mantener a todos los empleados que tenía antes de la pandemia y, además, un 15,7 %, aunque todavía los mantiene, prevé tener que realizar despidos próximamente, cristalizando lo que se preveía entre estos dos perfiles en invierno.