El año 2021 arrancó mal para la economía española debido a las restricciones contra el covid19 y a los efectos de la tormenta Filomena, que hicieron que el producto interior bruto cayera un 0,4% durante el primer trimestre, pero los progresos en la campaña de vacunación y el levantamiento gradual de las restricciones permitirán impulsar el crecimiento en 2021 hasta el 6,2% del PIB, según las previsiones económicas interinas de verano publicadas este miércoles por la Comisión Europea, que presentan un panorama mucho más halagüeño que el dibujado hace tan solo dos meses. 

Según el Ejecutivo comunitario, España crecerá este año tres décimas más de lo previsto a principios de mayo, un 6,2% frente al 5,9% estimado en las previsiones de primavera, aunque recorta en medio punto la estimación para 2022 al rebajar la previsión del 6,8% al 6,3%. Esto significa que la economía española seguirá creciendo a un ritmo muy superior al de la Eurozona y la Unión Europea que registrarán crecimientos del 4,8% en 2021 y 4,5% en 2022, ligeramente por encima también de lo previsto hace dos meses.

Estas cifras suponen una revisión al alza de seis décimas para los Veintisiete este año y de dos décimas el próximo. Un rebote que estará provocado, según Bruselas, por una mejora de la actividad en el primer trimestre año y también por la efectiva estrategia en la contención del virus. Entre las grandes economías, Alemania crecerá un 3,6% en 2021 y 4,6% en 2022, Francia un 6% este año y un 4,2% el próximo e Italia un 5% y un 4,2% en 2022.

Las nuevas previsiones, con fecha de corte a finales de junio, confirman que todos los Estados miembros recuperarán su nivel previo a la pandemia para finales de 2022 aunque el ritmo de recuperación será muy desigual. "Entre los grandes Estados miembros, Polonia recuperará su nivel previo a la crisis en el segundo trimestre de 2021, Alemania y Países bajos en el tercer trimestre de 2021" pero "España e Italia no lo hará hasta un año más tarde, en el tercer trimestre de 2022", avisa el informe.

Mejoría de indicadores

Bruselas achaca la positiva evolución en el caso español a “datos recientes más optimistas” que auguran que el crecimiento del PIB en el segundo y tercer trimestre será “más rápido” de lo previsto en primavera, con un rebote del 2% y del 3,1% respectivamente. Por ejemplo, en el mercado laboral el ritmo de creación de empleo y la salida de los trabajadores de los ERTE en los sectores más afectados por la crisis del covid-19, que se han acelerado significativamente desde que finalizó el estado de emergencia el 9 de mayo. 

Otros indicadores que siguen mejorando de manera constante, según Bruselas, son la confianza de las empresas y de los consumidores lo que “sugiere una solidificación de la recuperación en el segundo trimestre que se espera que continúe después”. Además, los técnicos comunitarios esperan un fuerte rebote del consumo privado, gracias a la evolución positiva del mercado laboral y a la normalización en el comportamiento del ahorro de los hogares, así como de las inversiones tanto en 2021 como en 2022, tras el fuerte declive registrado el año pasado.

Como ya avanzó en primavera, la Comisión considera que el plan de recuperación y resiliencia jugará, del que España recibirá unos 70.000 millones en ayudas a fondo perdido, un papel clave en el fortalecimiento de la inversión pública y privada y brindará “un nuevo impulso a la recuperación económica, particularmente en 2022”. En cuanto a la evolución de la inflación, Bruselas pronostica que estará por encima del 2% hasta principios de 2022, debido al aumento de los precios de la energía y el repunte de los precios de los servicios, aunque se se espera que disminuya al 1,4% en 2022.

Incertidumbre por las variantes

Pese a la mejoría de la perspectivas para España y el resto de la UE, el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, reconoce que la incertidumbre y los riesgos siguen siendo importantes y seguirán sobre la mesa mientras dure la pandemia. En particular debido a la emergencia de nuevas variantes del virus como la delta, mucho más contagiosa, que genera "preocupación" y que sigue propagándose. De ahí la necesidad de acelerar la campaña de vacunación no solo en la Unión Europea -para el 28 de junio más del 60% de la población adulta europea había recibido una primera dosis- sino también a nivel internacional donde la situación es muy heterogénea.

"Si la vacunación no progresa lo suficientemente rápido en todas partes la recuperación podría ralentizarse", ha avisado Gentiloni que ha recordado también que una aceleración en las campañas de inmunización podría tener un efecto contrario y alimentar e impulsar un rebote de la economía más fuerte del esperado. Aunque los datos más recientes sugieren un nuevo aumento de los contagios, Gentiloni también ha descartado de momento nuevas restricciones debido a la propagación de la variante delta. "No veo en este momento en el horizonte nuevas restricciones" aunque "tenemos que evaluar la situación día a día", ha añadido.