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El borrador de ley para la eólica marina consolida a Canarias como laboratorio

La hoja de ruta, a exposición pública hasta el 6 de agosto, señala al Archipiélago como «banco de pruebas» de las nuevas tecnologías de generación eléctrica

Parque eólico marino situado en aguas europeas. EP

El primer documento para la elaboración de un marco normativo que regule la implantación de parques eólicos off shore y el aprovechamiento del movimiento del mar (mareas y olas) en España reserva un papel protagonista a Canarias. Esa Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica Marina y las Energías del Mar consolida al Archipiélago como laboratorio para la investigación e innovación de cara a incrementar la eficiencia de tecnologías llamadas a propiciar la consecución de la descarbonización.

Es solo un borrador, el primer paso que se da cuando es necesario desembocar en una ley. Consta de 106 páginas y está a exposición pública desde esta semana, dispuesto para recibir alegaciones hasta el próximo 6 de agosto. A partir de entonces, será el Ministerio para la Transición Ecológica el encargado de dar forma a un anteproyecto con todas las aportaciones para llevarlo hasta el Consejo de Ministros.

Este primer documento destaca el «papel clave» que puede jugar el Archipiélago «en la transición energética», desde los actuales procesos de generación de energía que generan emisiones de gases nocivos a otros neutros en ese aspecto. De ahí que reserve a la comunidad autónoma un apartado específico entre las medidas a adoptar en el «marco claro y previsible para el despliegue de la generación renovable marina».

Ya durante la pasada legislatura el entonces consejero regional de Industria, Pedro Ortega, apostó por situar al Archipiélago en el mapa mundial de la eólica off shore. La labor divulgativa realizada entre las principales empresas privadas y los diferentes ministerios implicados surtió un efecto que su sucesor, José Antonio Valbuena –consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial– ha sabido aprovechar.

«Desarrollo temprano»

La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, visitó esta semana Canarias y destacó ese rol protagonista que debe asumir la comunidad autónoma para el «desarrollo temprano del despliegue de la eólica marina». En otras palabras, convertir al Archipiélago en «campo de pruebas para tecnologías o políticas de transición energética».

¿Por qué este interés? Porque el Canarias tiene «un elevado recurso eólico marino» que podría permitir a los parques que se instalen en sus aguas «superar las 4.500 horas equivalentes de funcionamiento», lo que supone un rendimiento alto. Pero es que, además, la alta dependencia de los hidrocarburos que existe en las Islas para la generación de energía propicia un sobrecoste en comparación con la Península, lo que desemboca en un margen competitivo mucho más amplio. Lo que en otro lugar sería quedarse a mucha distancia del umbral de rentabilidad, aquí supone un notable abaratamiento del megavatio hora.

En cualquier caso, la tecnología flotante no brinda aún rendimientos suficientemente altos como para que se produzca un despegue inmediato. No obstante, el ritmo al que se desarrolla la investigación en este campo permite intuir que no pasarán muchos años hasta dar con la tecla precisa, y ese hito puede alcanzarse precisamente en Canarias. Las empresas ya han presentado en Madrid un importante volumen de proyectos, algunos de ellos a desarrollar en aguas del Archipiélago. El tiempo que transcurra hasta que se apruebe la ley, se convoquen los procesos de concurrencia y entren en servicio los nuevos parques se considera suficiente para lograr un incremento de la eficiencia.

En línea con los deseos del Gobierno canario, Aagesen quiere que se genere en el Archipiélago un hub de investigación y desarrollo a nivel europeo. Además, porque ese es un buen paso para, como recoge la hoja de ruta presentada esta semana, «facilitar el aprovechamiento de las oportunidades de empleo y mejora de la competitividad y cohesión social generados por la transición energética». Ese es otro de los objetivos que tiene marcados en rojo Canarias.

El papel de las Islas

La primera lectura de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) es positiva. Entre otras cuestiones, la patronal del sector celebra que se haya elegido Canarias para el despliegue acelerado, lo que permitirá reducir el sobrecoste que provoca la generación eléctrica en las Islas al mismo tiempo que se testa el rendimiento de las máquinas para su posterior instalación en la Península, donde el margen de error es más reducido desde el punto de vista financiero. No obstante, el sector echa en falta un calendario definido que explicite en qué momento será posible instalar parques eólicos marinos y también una mayor concreción de los mecanismos de financiación con los que podrán contar los empresarios para el despliegue. En el año 2030, y así lo recoge el documento, esta tecnología debe contar con una potencia instalada de entre uno y tres megavatios. El CEO de la AEE, Juan Virgilio Márquez, propuso «seguir profundizando en fórmulas que mejoren la instalación de prototipos demostrativos a escala real y conectados a red, así como la implementación de parques precomerciales flotantes, que permitan validar las tecnologías españolas en curso de desarrollo y habilitar su entrada en el mercado». En ese camino para aproximarse a otros países europeos que ya apuestan por impulsar la eólica flotante, el Archipiélago se sitúa como escenario principal. 

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