Decidieron emprender y reinvetarse cuando muchos negocios echaban el cierre. A finales de 2020, los socios de Hispalux se lanzaron a la aventura de abrir las puertas de una pequeña tienda especializada en la creación de lámparas de diseño personalizadas. Su empresa ya atesoraba una década de experiencia en el sector de la iluminación industrial, pero al observar que se ha incrementado el tiempo que la población pasa en sus casas, decidieron trasladar a los hogares las soluciones aplicadas a gran escala, que cuentan con una mayor durabilidad y eficacia. Fernando Ruíz de Apodaca e Iván Guillán, ingeniero y abogado, respectivamente, son los responsables de Hispalux Store, ubicada en la calle Villavicencio, de la capital grancanaria. Según detallan los responsables del establecimiento, los clientes pueden elegir la pantalla, el bombillo y el tipo de cable y crear con esos elementos un diseño único, para decorar y aportar personalidad a un espacio. «Hacemos una lámpara casi con cualquier cosa y también proponemos una serie de modelos basados en corte de láser o en la impresión 3D, utilizando materiales como la madera, el cartón o el vidrio», apunta Ruíz de Apodaca. Quien detalla que también reciclan objetos que reconvierten en lámparas exclusivas. «Una clienta nos trajo un modelo antiguo de teléfono y lo adaptamos para que iluminara a través del auricular», explica el ingeniero de la empresa.
La pandemia de la covid-19 paralizó la actividad económica relacionada con la nueva construcción, pero se disparó el número de reformas de viviendas. Al detectar este nicho de mercado, Hispalux inició su andadura en la atención directa a los consumidores, pero también trabajan con decoradores y con arquitectos especializados en interiorismo. «El proyecto inicialmente iba más encaminado a lo que siempre ha hecho Hispalux, que es una iluminación industrial y más técnica, pero con la pandemia empezamos a pensar en proyectos más residenciales, porque son la manera de que la compañía sobrevivía», destaca Guillán.
La iluminación de una estancia no es solo la colocación de una lámpara de diseño, el proyecto conlleva un estudio de qué cantidad lumínica precisa el espacio o la dirección de la luz. «Nuestra intención también es ayudar a mejorar los apartamentos y complejos hoteleros que están anticuados y que necesitan una renovación, pero sin necesidad de una gran inversión, porque con dos lámparas bien puestas y un lavado de cara hasta se les puede sacar más rentabilidad», afirma Ruíz de Apodaca. Quien señala que «entrar en una vivienda correctamente iluminada genera bienestar y sensaciones más positivas que cuando falta luz».
Para los clientes, señala Guillán, «lo más divertido es el proceso creativo». Una vez elegidos los elementos que componen la lámpara, la fabricación del producto final es muy rápida, ya que en uno o dos días los ingenieros de la empresa que se encargan del montaje lo pueden tener listo. Al ser objetos de diseño y personalizados, se puede pensar que su coste es elevado pero, según apuntan los propietarios de la empresa, los precios son incluso más bajos que los de las grandes superficies en las que se pueden adquirir lámparas fabricadas en serie. «Nuestros precios no son elevados, porque contamos con nuestro propio taller y buscamos nuestras propias soluciones originales», destaca Guillán.
Además de fabricar lámparas únicas para las casas, Hispalux también hace diseños específicos para escenografías teatrales. Uno de sus primeros encargos les llegó a través del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, que necesitaba una lámpara para el cartel de la edición 2021, con el lema El carnaval vive en tu corazón. «En los días de Fitur el cartel estuvo expuesto en la Gran Vía de Madrid, algo que nos alegró especialmente, porque nuestro trabajo también se exponía en la capital», concluye Ruíz de Apocada.
