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Energía

¿Hasta cuándo seguirán estos altísimos precios de la luz?

El Gobierno asegura que "es probable" que los precios se mantengan durante todo este año, mientras Endesa apunta incluso hasta 2023

Una torre de alta tensión en un atardecer durante la ola de calor. José Luis Roca

El precio de la luz en el mercado mayorista lleva dos meses disparado, alcanzando esta semana cuatro jornadas de récords consecutivos, aunque su efecto es limitado en el bolsillo de los consumidores al suponer el 40% del recibo de los 10 millones de consumidores que están en el mercado regulado (no los que están en el libre). Esto supone pagar unos 4 euros más al mes, según la patronal eléctrica. El alza de la demanda por la ola de calor ha coincidido con unos precios altísimos por la subida del gas natural y de los derechos de emisión (CO2). Pero la previsión es que se mantengan los precios altos durante un tiempo. ¿Hasta cuándo?

Endesa: hasta 2023

La actual tensión en el precio de la luz no se relajará hasta 2023 a tenor de los precios a futuro del mercado eléctrico, según advirtió Endesa hace unas semanas durante la presentación de sus resultados del primer semestre. A su juicio los precios en los próximos meses se mantendrán en el entorno de los 100 euros el megavatio-hora y seguirán viéndose en 2022 y 2023 "afectados por el aumento de los precios de las materias primas". En el caso concreto de 2022, los futuros apuntan a un precio medio de 71 euros/MWh, mientras que para 2023 caería hasta los 54,2 euros/MWh, según los datos de la compañía.

Ribera: hasta final de año

Por su parte, la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado en varias ocasiones que el precio de la electricidad en el mercado mayorista es "probable" que se mantenga alto lo que queda de año, tanto es así que ha tratado de limitar su efecto sobre la factura con la reducción del IVA del 21% al 10% hasta diciembre. A partir de 2022 se prevé que entren en vigor las dos reformas estructurales que tiene en marcha el Ejecutivo, las cuales podrían atenuar el efecto de los precios en el recibo. Se trata del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que traslada de forma progresiva en cinco años las primas a las renovables que se incluyen dentro de los costes regulados del recibo (alrededor de 6.000 millones anuales) a las compañías energéticas y el recorte de los beneficios extra que reciben nucleares e hidroeléctricas por el alza de los derechos de emisión.

Pendientes de Europa

No obstante, la ministra Teresa Ribera ha reclamado a la Comisión Europea realizar cambios en el diseño mercado eléctrico con el objetivo de modificar el sistema marginalista (la última tecnología en casar oferta y demanda es la que fija el precio para el resto) que, a su juicio, es el principal culpable de estos precios porque establece el precio de las tecnologías fósiles al resto de tecnologías. Según Ribera, este tipo de sistema era "adecuado" cuando todas las energías se mueven en costes similares "pero no lo es cuando se produce una brecha muy grande entre formas de producción baratas y un pequeño margen de formas de producir electricidad con precios altos imputables al uso de combustibles fósiles y a la necesidad de pagar gases de efecto invernadero".

Según el clima

Por último, pese a que todo parece indicar que los precios se mantendrán altos en los próximos meses, puede haber paréntesis que, al menos, aflojen la tensión actual. Un ejemplo sería una caída de la demanda, si la temperatura baja, pero sobre todo un cambio en la metereología, que a la ola de calor de paso el viento, lo que podría provocar un bajón de los precios al evitar la generación con ciclos combinados (que son los más caros, penalizados por el gas y el CO2). Y si nada de esto ocurre, "es posible que el Sr. Putin abra el grifo del gas y de repente caigan los precios y también el CO2", bromeaba hace unas semanas la ministra.

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