La Confederación Canaria de Empresarios (CCE) reclama «medidas de apoyo específicas dirigidas al tejido productivo» ante «la situación de fragilidad en la que se mantiene la economía del archipiélago» a resultas de la crisis de la covid-19, que «vuelve a constatarse, sin lugar a dudas», con los últimos indicadores publicados, según informó ayer.

Contar con mecanismos «que ayuden a garantizar la solvencia de nuestras empresas y protejan el empleo que estas generan» frente a una problemática que sufre la región «debido a su dependencia de aquellos sectores de actividad que continúan especialmente afectados por las restricciones y medidas de contención frente a la crisis sanitaria» es la finalidad de esa demanda, señala la patronal de Las Palmas en su último Informe de Coyuntura Socioeconómica.

Además, afirma que, «por otro lado, resulta esencial seguir insistiendo en la agilización de trámites y procedimientos para facilitar la obtención de licencias y permisos, así como la reducción de obstáculos regulatorios y financieros, impulsando la creación de nuevas empresas y fomentando el emprendimiento». Y, como prueba de sus planteamientos, apuntan a circunstancias como que, «a diferencia de lo que ocurre en el conjunto del país, el empleo aún se sitúa en valores inferiores a los que se registraban antes de la irrupción de la covid-19» en Canarias. Detallando que «el número de parados en Canarias sigue siendo un 22,26 % mayor que en febrero de 2020, lo que resulta 17 puntos por encima del aumento registrado a escala nacional (5,25 %)».

Alude, así mismo, al hecho de que, «por lo que se refiere a la actividad turística, la incertidumbre en torno a las restricciones a la movilidad y las medidas de contención de la pandemia en los principales mercados emisores siguen afectando de forma determinante en el archipiélago a un sector que no termina de reanudar su actividad de la forma deseada».