Una protesta laboral en el Aeropuerto de Gran Canaria ocasionó ayer retrasos en el tráfico de 42 vuelos, causando problemas a miles de pasajeros con sus equipajes. El portavoz de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo, Tom Smulders, lo achaca a parte de algunos sindicatos minoritarios de la compañía Groundforce Handling.

La patronal señala que las compañías han podido parcialmente avisar a sus pasajeros de la situación. Esto ha propiciado que trabajadores hayan podido ralentizar el manejo de los equipaje, y que muchos viajeros hayan tenido problemas con las maletas. Entre ellas, muchas familias con niños.

La Federación de Turismo reconoce su preocupación por los efectos que puede tener este enfrentamiento laboral para el inicio de la temporada de invierno. Sobre todo cuando se espera la recuperación del turismo internacional tras unos años muy aciagos

Smulders confía en que el problema no se vuelva a repetir en los próximos días que son claves en el movimiento de turistas, como son los miércoles y sábados de las próximas semanas.

El sector turístico reconoce, en cualquier caso, que esta situación va tener mucha transcendencia negativa a para el principal motor económico del Archipiélago