La Generalitat de Cataluña defiende que la reculada del Gobierno en la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat es una "nueva deslealtad" porque nada ha cambiado desde el acuerdo forjado en agosto. El 'vicepresident', Jordi Puigneró, ha dejado la puerta abierta a continuar negociando para reactivar la reforma porque ve "injustificable" que se eche atrás la inversión de 1.700 millones de euros cuando no se ha movido ficha. "El Estado español no cumple una vez más con Cataluña", ha espetado.

Desde Bruselas, Puigneró ha cargado contra la "frivolidad y el populismo" de "unas cuantas personas en Cataluña que han hecho mucho daño" pronunciándose en contra de la nueva infraestructura por su posible impacto medioambiental, aunque ha sugerido que la suspensión de la ampliación obedece al choque entre el PSOE y Unidas Podemos y no ha querido clarificar si en la crítica incluía a Esquerra.

El Govern cerró filas el sábado situando la laguna de la Ricarda como "línea roja" para la ampliación de la infraestructura, un extremo que enervó al Ejecutivo central que ha decidido este miércoles dar marcha atrás al constatar que levantaba polvareda. Más todavía después de que ERC se abriera a participar en la manifestación convocada por entidades ecologistas contra la reforma del aeródromo el 19 de septiembre en Barcelona.

"¡Cómo quieren que no seamos independentistas si ni invierten ni nos dejan invertir!", ha espetado el 'vicepresident' defendiendo que el pacto era un 'win-win' porque permitía disfrutar de "un aeropuerto intercontinental y proteger el espacio natural".