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El calor pone el aguacate por las nubes

La climatología adversa y la alta demanda redoblan su valor en el mercado | Los productores prevén que el precio de la fruta no bajará debido a la escasa cosecha

Imagen de archivo de la Feria del Aguacate de Mogán. | |

Es el protagonista de muchas recetas de moda y sus propiedades alimenticias, que lo catalogan como un superalimento, han popularizado su consumo, hasta el punto de que el valor del aguacate se ha disparado en los últimos años. A esto se suma que las condiciones climatológicas de la temporada en Canarias no han favorecido el cultivo de esta fruta, con lo que su precio en el mercado ha alcanzado cifras récord que rondan los 12 euros el kilo.

El aguacate se vende estos días a precio de oro y los productores no esperan que en los próximos meses –cuando sea fruta de temporada– su coste empiece a bajar. «El invierno fuerte que hubo, con mucho viento y mucha lluvia, y las olas de calor que ha habido en las últimas semanas, han quemado prácticamente toda la cosecha», apunta el presidente de Tamaranga, la Asociación Insular de Productores de Mangas y Aguacates de Gran Canaria, Agustín Manrique de Lara. Quien calcula que la producción se reducido cerca de un 75% con respecto a la de años anteriores, por lo que «los precios seguirán al alza, ya que habrá muy poco aguacate en el mercado».

El aguacate de La Palma, que es más tardío porque se produce en zonas más frías, es el que abastece el mercado canario en los meses de verano. Si bien, el incendio que se produjo hace un mes en el municipio palmero de El Paso y las altas temperaturas registradas en agosto echaron por tierra gran parte de la cosecha de la isla. «No tenemos nada de aguacate a la venta y lo poco que entra se reparte a la hostelería», relata el responsable de la Cooperativa Agrícola de Mogán, Ildefonso Rodríguez. Quien augura que la situación será similar en las próximas semanas, hasta que empiece a entrar algo de las variedades de costa.

En Canarias el aguacate está protegido, con lo que no está permitida su importación desde la Península, ni desde terceros países. En las Islas solo se puede consumir lo que se produce aquí y las cosechas son las justas para el autoconsumo, ya que se exporta muy poca cantidad. Solo durante el mes de agosto, en Merca Las Palmas y Mercatenerife se comercializaron 153.683 kilos de aguacate. El precio medio de esta fruta en el centro de distribución de la provincia oriental durante el mes pasado alcanzó los 8,90 euros y actualmente ya roza los diez euros, para la variedad hass. En Tenerife, el precio moda de agosto de esta fruta fueron los 7,5 euros, frente a los ocho a los que se vendía ayer.

El aguacate está considerado el oro verde

Además de las olas de calor, Rafael Hernández, presidente de la Coag de la provincia de Las Palmas, añade que la producción también se ha visto afectada por la plaga de la araña cristalina, que entró en Canarias a través de aguates importados, por lo que hay que extremar los cuidados fitosanitarios de las cosechas. En Canarias, según datos de la Consejería de Agricultura, hay 1.965 hectáreas dedicadas al cultivo del aguacate, mientras que hace solo una década el terreno que se destinaba a esta fruta eran solo 977,2 hectáreas. «Hay bastante aguacate plantado en las Islas y es un cultivo que crece de manera exponencial, pero un aguacatero no se improvisa», detalla Hernández, quien concluye que «desde que se planta el árbol, hasta que empieza a dar fruto, pasan unos tres años».

Manrique de Lara adelanta que «con el cambio climático, se prevé que las zonas de medianías de las Islas, entre los 300 y los 800 metros de altura, serán en el futuro las zonas de mayor productividad de aguacates». No obstante, hay variedades antillanas –como la de  verruga– que se seguirán dando en cotas de costa, porque llevan más de 200 años cosechándose en esa zona y soportan bien la meteorología, cosa que no sucede con los aguacates más comerciales como el hass o el fuerte.

Su alto valor en el mercado hace que los aguacates sean un producto casi de lujo que atrae a los ladrones. Un factor que también contribuye a elevar su precio. «En una semana he llegado a sufrir hasta cuatro robos», denuncia el presidente de Tamaranga, quien detalla que los asaltos son organizados porque «entran dos o tres personas a las fincas y se llevan sacos». Por este motivo, los productores están en contacto con la Guardia Civil para que durante los meses de cosecha se active un dispositivo especial que frene estos atracos. Asimismo, Manrique de Lara advierte del peligro para la salud que supone la ingesta de aguacates robados, ya que «la fruta lleva tratamientos fitosanitarios potentes y hay que cumplir unos plazos antes de ser aptos para el consumo».

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