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La gran industria paga hasta 100.000 euros más al año por el recibo de la luz

Las empresas ven "ineludible" la subida de precios el próximo año para poder compensar el sobrecoste

Un empleado trabaja en una industria del Archipiélago.

La escalada de la luz está asfixiando al tejido productivo del Archipiélago. La industria, el comercio y la restauración de Canarias se enfrenta a un incremento del coste de la energía sin precedentes, que está mermando su cuenta de resultados en un momento en el que tratan de reponerse a la crisis generada por la pandemia. Un aumento en los recibos de la electricidad que para algunas de las grandes industrias de las Islas puede llegar a suponer hasta 100.000 euros más al año. Este es el caso de Jucarne, una industria cárnica que surte diez millones de kilos de este producto cada año a supermercados, hoteles y restaurantes, y que ha visto como su recibo se ha multiplicado por dos en solo unos meses.

«Está teniendo un impacto bastante fuerte porque repercutir el sobrecoste cuesta muchísimo y no puedes planificarlo al ser tan variable», señala Antonio Falcón, director comercial del grupo. En el caso de esta empresa su margen de maniobra para poder paliar las repercusiones de este incremento del recibo es nulo. «No podemos hacer absolutamente nada, toda la mercancía que vendemos necesita frío, es un producto muy perecedero», destaca.

La restauración ve duplicarse el coste de sus facturas con su actividad aún a medias

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La desorbitada subida de la electricidad, que durante semanas ha marcado récord tras récord en el precio del megavatio hora, ha provocado que a muchas empresas del Archipiélago no les quede otro remedio que trasladar este sobrecoste al producto final y los que todavía no lo han hecho ya tienen claro que si la situación no cambia se verán obligados a hacerlo en no mucho tiempo. «De momento no hemos repercutido costes y por filosofía vamos a mantener los precios, pero el año que viene seguramente habrá que repercutir algo», asegura Antonio González, director de fábrica en Libbys Canarias. Esta empresa ha visto como su recibido se ha triplicado, aunque González afirma que los efectos «no ha sido tan elevados en nuestro caso porque llevamos tiempo incorporando energías limpias a través de instalaciones fotovoltáicas».

González explica que este incremento de la energía no ha variado la producción de la empresa que mantiene el ritmo de trabajo y confían en que «haya llegado a su máximo y ahora empiece a bajar» y que en el seno de la Unión Europea se llegue a un acuerdo con las eléctricas que permita al menos contener la subida.

«Creo que volver a los costes anteriores va a ser imposible», vaticina Virgilio Correa, presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), que apunta que en agosto el sector en el Archipiélago ha visto incrementada su factura en un 50%, pero el aumento puede alcanzar el 80% en el de septiembre respecto a los de finales de 2020. De esta manera, asegura que tiene poca esperanza en que los contactos que ha establecido el Gobierno central, -que se ha reunido con asociaciones de consumidores, industrias y eléctricas para tratar de encontrar soluciones para contener un precio que sigue al alza-, tengan éxito. «Nos vamos a tener que acostumbrar a pagar más por la electricidad», lamenta Correa, que resalta que las empresas se verán obligadas a subir precios para poder compensar el sobrecoste, no solo de la electricidad, sino también de muchas materias primas que se han disparado en los últimos meses. «No queda otra que aumentarlos y repercutirlos, al menos parcialmente, porque si no será inviable tener unos resultados razonables», explica. Una maniobra que «no es fácil en una situación económica que no es alegre para nadie», pero que ratifica «será ineludible».

La iluminación de los escaparates le cuesta al comercio canario hasta un 30% más cada mes

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Otro sector de la economía canaria que está sufriendo de forma inexorable el aumento de la electricidad es el de la restauración. Como ocurre con muchas industrias, la mayor parte de los negocios han visto como el dinero que deben desembolsar para hacer frente al pago de los recibos se ha duplicado. «Estamos en una situación crítica, en la que los restaurantes están todavía saliendo de la pandemia y ahora llega esto», sostiene Ramón Fariña, presidente de la Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio (AERO), quien argumenta que la subida de la energía puede acabar lastrando la recuperación del sector. «La dificultad para alcanzar los niveles anteriores a la pandemia es ahora mayor», explica, mientras recuerda que la hostelería tiene además un handicap añadido y es que todavía cuenta con restricciones que regulan su actividad. «Estamos todavía al 70% de aforo y manteniendo una distancia de metro y medio», expone, por lo que los restauradores ven como «por el mismo trabajo están obteniendo beneficios mínimos». Por eso, reclama a Sanidad que se trabaje en una desescalada acelerada que les permita volver a la normalidad. Muchos sienten que van a contrarreloj. «Tenemos más costes y estamos más endeudados que hace un año y medio y a partir del primer trimestre de 2022 tendremos que comenzar a devolver los créditos ICO», resalta.

Aunque en menor medida que en otros sectores, el comercio canario también se está viendo afectado por el alza de la luz. Mantener encendidos los sistemas de aire acondicionado y la iluminación de los escaparates cuesta ahora entre un 20 y un 30% más dependiendo de las dimensiones del establecimiento, tal y como apunta Abbas Moujir, presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca). Algo que sobre todo para los negocios más pequeños supone un sobrecoste muy importante y además imprevisto. «Está siendo muy difícil para muchos porque la subida la están asumiendo ellos, y también deben sumar otros sobrecostes como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el de otros suministros», indica.

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