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Consecuencias del brexit

Las empresas de Canarias abandonan el Reino Unido ‘posbrexit’

La mitad de las grandes exportadoras ha dejado de vender a las islas británicas en los dos últimos años - Las importaciones desde Londres se derrumban

Los ciudadanos del Reino Unido están sufriendo de primera mano las consecuencias del adiós a la Unión Europea. A la falta de mano de obra se suma el desabastecimiento de determinados productos, lo que ya está dejando imágenes de supermercados con lineales semivacíos. EFE

Las empresas canarias están dejando de comerciar con el Reino Unido. El escenario posbrexit, con nuevas barreras a los intercambios de productos con los países de la Unión Europea (UE), ya se anunciaba como una invitación no escrita para buscar otros mercados. Al menos para las empresas exportadoras e importadoras de mercancías. Pasa siempre que un Gobierno trata de ponerle puertas al campo: que el comercio se desploma. No obstante, en el caso de las Islas Canarias llama la atención la velocidad con que sus empresas están abandonando el Reino Unido. Hasta el punto de que las grandes firmas exportadoras que venden en Gran Bretaña y/o Irlanda del Norte se han reducido a la mitad en menos de dos años. De las 53 empresas canarias que en 2019 –el brexit no se materializó hasta el 31 de diciembre de 2020– facturaban en el Reino Unido un mínimo de 50.000 euros, solo 25 han seguido enviando sus mercancías en 2021.

El informe suministrado a este diario por ICEX España Exportación e Inversiones –el ente público estatal encargado de promover la internacionalización de la empresa española– muestra que de aquellas 53 firmas isleñas que en 2019 llevaron sus productos hasta Londres o Belfast, 22 eran exportadoras regulares. Esto significa que esas 22 entidades no solo habían comerciado con el Reino Unido en 2019, sino que también lo habían hecho, como mínimo, en los cuatro años anteriores. Dicho de otro modo: eran empresas con una relación consolidada con sus clientes británicos. Pues bien, de esas 22 firmas que hasta hace nada facturaban cada año más de 50.000 euros gracias a sus envíos al Reino Unido, solamente nueve mantienen a las islas británicas entre sus mercados.

Pero no solo las grandes empresas exportadoras del Archipiélago están cambiando Londres por otros mercados más abiertos al comercio global. Ocurre también con los pequeños negocios de la región que envían o enviaban sus productos o mercancías al Reino Unido solo de forma esporádica. En 2019, la cuantía total de las exportaciones canarias a territorio británico llegó a 88 millones de euros. La factura se redujo el año pasado la friolera de un 45,4%, a poco más de 48 millones.

Es verdad que 2020 fue el año I de la pandemia de coronavirus, con lo que ello le acarreó al comercio internacional por el cierre de fronteras, la falta de contenedores en el transporte marítimo de mercancías o la caída del consumo. De algún modo había que esperar a 2021 para ver en qué medida el entonces inminente brexit estaba también entre los factores de ese hundimiento de las exportaciones. Y lo cierto es que lo estaba. Las ventas del Archipiélago al Reino Unido en los siete primeros meses de este año, que es hasta donde abarca el informe de ICEX España, no llegan ni a 16 millones de euros, un 42% menos que en el mismo período de 2020. Así que tras caer más de un 45% el año pasado, las exportaciones a Londres y Belfast de nuevo están cayendo este año más de un 40%. No hay precedentes en la estadística oficial, que parte de la década de los noventa del siglo pasado, de una disminución tan drástica.

Del cuarto puesto al octavo

El Reino Unido siempre había sido un destino preferente para los productos isleños, y de hecho lo seguía siendo hasta hace nada. En 2019, que acabaría por ser el último ejercicio prebrexit, un total de 130 empresas de la Comunidad Autónoma llevaban un lustro –como poco– enviando sus mercancías a Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda del Norte. Las islas británicas figuraban así en el cuarto puesto del ranking de los principales destinos de los productos made in Canarias. Ahora ya solo quedan en el Archipiélago 67 firmas con una trayectoria de más de cinco años en el Reino Unido, y este último ha pasado de ocupar el cuarto puesto en ese ranking de los mayores importadores de mercancías canarias a caer hasta el octavo lugar.

Los británicos siempre fueron grandes compradores de pepinos y tomates isleños, y es verdad que este último cultivo ha atravesado una crisis de tal magnitud que casi ha hecho ya desaparecer las empresas exportadores de esta fruta en la isla de Tenerife. Pero aun así, en los últimos años Canarias venía vendiendo cada vez más en el Reino Unido: 50 millones en 2017, 62 millones en 2018, 88 en 2019.

De modo que la grave crisis del tomate, que sí que nada tiene que ver con el adiós de Londres a Bruselas, tampoco mitiga el peso del brexit en el desplome de las exportaciones canarias a las islas británicas. Además, el hundimiento es bidireccional: se hunden las exportaciones pero también las importaciones. Y no solo eso, sino que las importaciones caen aún más bajo.

La cifra más baja desde 2019

El año pasado, los ciudadanos y empresas del Archipiélago trajeron mercancías, productos, insumos o materias primas del Reino Unido por un valor de 122,5 millones de euros. ¿Mucho o poco? Más bien poco. Fue la cifra más baja desde los 121 millones de 2015 y supuso una caída de un 20% en relación con los 154,4 millones de euros de 2019. Como ocurría con las exportaciones, había que esperar a este año para comprobar cuánto de ese desplome correspondía a la crisis global por la covid-19 y cuánto al inminente brexit y al adiós preventivo de muchos negocios al mercado británico ante la que se les venía encima en forma de restricciones al comercio internacional. A falta de poco más de dos meses para que finalice 2021 y con datos oficiales del período enero-julio, resulta que las importaciones desde el Reino Unido no llegan a 33 millones de euros, una cantidad casi irrisoria. Tanto que supone una caída de un 58%, un desplome de nuevo sin precedentes en la estadística oficial en este primer ejercicio de la etapa posbrexit.

En 2011, cinco años antes del referéndum del 23 de junio de 2016 en que los ciudadanos del Reino Unido decidieron abandonar la UE –el sí al brexit salió adelante con el apoyo del 51,9% de los votantes, poco más de la mitad–, Canarias intercambiaba bienes con Irlanda del Norte, Gales, Escocia e Inglaterra por un montante de 377,9 millones de euros: 125,8 millones en exportaciones y 252,1 millones en importaciones. En 2020, esa cantidad se quedó en 170,5 millones de euros, un 55% menos, o lo que es lo mismo: menos de la mitad. Si la tendencia de los siete primeros meses de este año se mantiene hasta diciembre –la duda no es si las cifras mejorarán en alguna medida, sino si empeorarán aún más–, el montante de los intercambios comerciales con el Reino Unido no alcanzará los 80 millones de euros. En otras palabras: las islas británicas habrán pasado a ser un mercado secundario para Canarias.

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