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La construcción necesita en Canarias al menos 15.000 nuevos trabajadores

El sector no encuentra en el Archipiélago profesionales especializados para hacer frente a una demanda de obra nueva y rehabilitaciones que va en aumento

Varios obreros trabajan en la rehabilitación de un edificio. | | JC. CASTRO

La construcción en Canarias necesita incorporar al menos 15.000 nuevos trabajadores para hacer frente al déficit de profesionales que padece el sector en el Archipiélago. Esta es la cifra que barajan las dos patronales canarias que han lanzado un SOS ante la imposibilidad de encontrar personal especializado y formado para hacer frente a una demanda creciente, que irá a más a medida que lleguen los fondos europeos, en los que siete de cada diez euros están vinculados a proyectos ligados al sector. En las Islas faltan oficiales de primera y de segunda, especialistas en trabajos verticales, expertos en eficiencia energética e instalaciones domóticas o carpinteros, entre otros perfiles. ¿El motivo? El estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008 provocó una expulsión de trabajadores hacia otras actividades económicas y ahora la falta de relevo generacional ahoga a las empresas del sector, a las que cada vez les resulta más difícil encontrar empleados.

«Un 70% de los profesionales que trabajan actualmente en el sector está muy cerca de la edad de jubilación», apunta Óscar Izquierdo, presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco) y las constructoras no encuentran personal para poder remplazarlos. El sector apenas tiene una tasa de remplazo del 6% y mientras los trabajadores que tenían entre 25 y 34 años representaban en 2008 el 32% del total, ahora apenas alcanzan el 14%.

Sin embargo, a pesar de que desde hace años se incentiva la formación de nuevos trabajadores «no son suficientes para cubrir las necesidades actuales», lamenta María Salud Gil, presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de la provincia de Las Palmas. Tras la crisis financiera se expulsó al sector de toda actividad formativa, «algo con lo que no estuvimos de acuerdo, ya que consideramos que ese era el momento para reciclar a nuestra mano de obra para lo que hoy tenemos delante», sostiene.

La construcción ofrece a sus nuevos empleados formación y especialización y un convenio colectivo con salarios por encima de la media de España, aún así, son pocos los jóvenes que deciden emprender este camino profesional. ¿Cuál es la razón? «Desde luego no es un motivo económico sino sociológico», apunta Izquierdo, ya que «en el sector se ofrece un futuro esperanzador y unas remuneraciones elevadas». Sin embargo, la sombra de la burbuja todavía planea sobre él y muchos tienen todavía demasiados prejuicios sobre esta actividad. «Se tiene una imagen anticuada y retrógrada del sector que había hace veinte años y ya no es así», determina el presidente de la patronal tinerfeña. Además, añade que se trata de profesiones «muy exigentes» en las que el reciclaje debe ser continúo.

«Nuestro reto es atraer a la gente joven, convencer a hombres y mujeres de este es un sector competitivo e innovador» señala Gil y hace un llamamiento para que se acerquen a las patronales de la construcción a informarse.

A pesar del déficit de profesionales que acusa el sector, algo más de 20.000 personas vinculadas a él engrosaban las listas del paro en el Archipiélago el pasado mes de septiembre. ¿Cuál es la razón de que no se tire de estos trabajadores? Las patronales explican que en su mayor parte carecen de la formación necesaria para reintegrarse en un sector que es ahora radicalmente distinto a hace unos años. «El Servicio Canario de Empleo (SCE) está estudiando los perfiles de los desempleados», expone Gil, con el objetivo de poder reenganchar a un porcentaje de estos trabajadores y también provenientes de otros sectores.

Izquierdo evidencia que además de la falta de especialización de mucho de ellos, otra parte de estos desempleados «no busca incorporarse a trabajar» ya que se surten de la economía sumergida.

Lo cierto es que el sector de la construcción es uno de los pocos que ha demostrado potencialidad en el último año y medio tras la irrupción de la pandemia. El pasado mes de septiembre empleaba ya a 55.316 personas en Canarias, si se suman aquellos que trabajan en el régimen general y de autónomos. «Estamos en una línea ascendente desde octubre del año pasado y todos los meses crece el número de afiliados a la Seguridad Social», señala el presidente de Fepeco. Solo en los últimos doce meses el sector ha creado 3.188 nuevos puestos de trabajo en las dos provincias. «Y podríamos crear muchos más si no fuera por la paralización de la administración y el déficit de trabajadores especializados», lamenta.

La demanda de profesionales es tan acuciante que si no cambia la situación, el sector se plantea incluso buscar manos de obra en otros países. «Es algo que ya se empieza a plantear a nivel nacional a través de emigración legal, a los que se aportaría formación y un contrato de trabajo», expone Izquierdo. Ya que en todo el país la patronal española calcula que se necesitan unos 700.000 trabajadores.

Para Gil el aprendizaje de estos nuevos profesionales foráneos es el principal handicap de esta propuesta y ve complicado que pueda haber un trasvase de trabajadores entre regiones, ya que el déficit es un problema en todo el país. Sin embargo, recalca que es urgente la incorporación de trabajadores ya si persiste esta carencia se pondrá en riesgo la ejecución de los fondos europeos, ya que no solo falta profesionales sino buena parte del tejido productivo perdido por la anterior crisis. «Nos hemos convertido en un sector protagonista de la sostenibilidad y vinculados a la transformación digital», destaca, lo que hace determinante un rejuvenecimiento.

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