Los autónomos de La Palma siguen esperando por unas ayudas que no llegan. La actual normativa obliga a los afectados a cesar su actividad para poder acceder a las prestaciones, algo que imposibilita que buena parte de este colectivo profesional pueda percibirlas, ya que no pueden darse de baja en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) al tener empleados a su cargo. Por eso, reclaman con urgencia una solución, que si no se produce con celeridad puede que llegue demasiado tarde para muchos. "Cuando alguien tiene mucha sed y puede afectar a su salud, el vaso de agua tiene que ser inmediato porque si no llega ya puede que luego no sirva para nada". Con estas palabras resume Tomás Barreto, presidente de la Federación de Empresarios de La Palma, la situación de ahogo a la que se enfrentan muchos empresarios que tras enviar a sus empleados al ERTE se encuentran con que ellos no pueden acceder a ningún tipo de ayuda, ya que para cobrarla primero tendrían que cesar su actividad, para lo que primero tendrían que despedir a sus trabajadores. "No tiene ningún sentido", añade Barreto, quien insiste en la necesidad de que el Gobierno central lleve a cabo un cambio normativo para eliminar este condicionante para poder percibirlas.

Las asociaciones empresariales adviertieron al Ejecutivo de Pedro Sánchez hace casi un mes del error en el Real Decreto sin que por ahora haya sido modificado. Lo que deja a muchos autónomos en una situación límite, teniendo que hacer frente al pago de cuotas, impuestos y cotizaciones sin ningún tipo de ingreso.

"Hace cuatro días pagué 2.800 euros del trimestre, la retención de los trabajadores y el IGIC, no hacen ninguna excepción, lo único un aplazamiento", explica José Resbel, propietario de un bar de Puerto Naos que lleva su apellido y que está cerrado desde el pasado 19 de septiembre debido a la erupción. El pequeño empresario, que tiene contratados a cuatro trabajadores, se pregunta "¿cómo voy a seguir pagando si para pagar esto ya he tenido que pedir prestado?".

Resbel asegura que sus trabajadores tampoco han cobrado el ERTE. "Me llaman para preguntarme a mi, pero yo no tengo ni idea", lamenta. Este palmero insiste en que cobrar la ayuda es vital para él ya que ha sido evacuado y vive en el piso de un amigo donde conviven seis personas. "Uno de mis hijos trabajaba conmigo y mi hija lo ha perdido todo con el volcán", por lo que recurrir a la red familiar en su caso tampoco es una opción.

Laly Villalba, que regenta el Bar-Café El Bucanero también en Puerto Naos, recuerda que la situación de los autónomos es ahora "mucho peor que durante la pandemia" cuando a ella le dieron 640 euros ante la imposibilidad de mantener abierto su negocio. "Antes tenía ahorros, ahora ya no porque tuve que seguir pagando muchas cosas", sostiene esta palmera a la que el volcán ha cercenado sus expectativas. "Pensábamos que remontaríamos en la temporada de invierno tras lo mal que lo hemos pasado por la pandemia, pero llegó esto", apunta desolada.

"La verdad es que necesito el dinero", señala, ya que a pesar de que este mes ha podido sobrevivir "con lo poco que tengo", ha tenido que hacer frente al pago de la luz, la mitad del alquiler del local en septiembre y se angustia al pensar cómo pagará los gastos de su hija universitaria en Tenerife. "Ha habido mucha visita de políticos, nos dicen que nos van a ayudar, pero se ha visto poca acción", se queja.

Por eso, reclama una solución urgente porque es consciente de que "al menos hasta dentro de dos años" no podrán volver a reabrir sus negocios. "No hay carreteras se ha destruido todo y la gente no va a recorrer 140 kilómetros alrededor de la isla para tomarse un café", señala.

Tanto la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) como la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ya han reclamado al Gobierno central un cambio en la redacción del Real Decreto-ley 18/2021 que articula estas ayudas, algo que ya se hizo en 2020, cuando se produjo una situación similar debido a la pandemia. De hecho, se le transmitió a la ministra Nadia Calviño el pasado lunes durante su visita a La Palma.

"El fallo ha venido seguramente por querer sacar la norma rápido", explica el presidente de la patronal palmera, que asume que "ahora lo que toca es que se actualice y se mejore". Sin embargo, se queja de que no haya existido un compromiso en firme. "Oí buenas palabras y frases de ánimo, pero compromiso no", aunque destaca que eso no significa "que no lo vayan a tener".

Barreto insiste en que este es es uno de los problemas a los que se enfrentan los empresarios y autónomos de La Palma "que necesita solución inmediata" y recalca que no hacerlo "sería una falta de responsabilidad y compromiso".

En el mismo sentido se expresó también Juan Carlos Arricivita, presidente de ATA en Canarias, que calcula que alrededor de 600 de los 5.000 autónomos de La Palma pueden estar afectados. "Reclamamos esta excepcionalidad para La Palma y hay que atajarla rápidamente", detalla, ya que "no se puede esperar meses para cobrar una ayuda" o a los autónomos palmeros los acabará matando la burocracia.