"El Gobierno está agrediendo constantemente al campo desde hace meses, por eso nos vamos a juntar todos en una gran marcha". En medio de una crisis sin precedentes para el mundo rural, con decenas de explotaciones ganaderas y agrícolas cerrando cada mes y cientos más haciendo equilibrios casi imposibles para sobrevivir, los profesionales del campo se preparan para una manifestación multitudinaria en Madrid, tal y como adelanta El Periódico de España.

En ella estarán representados todos los sectores de la llamada España vaciada -agricultura, ganadería, pesca y caza-, que están viviendo desde hace meses una situación de "asfixia", denuncian portavoces de estos ámbitos.

Durante las últimas semanas se vienen produciendo protestas puntuales del sector primario a nivel regional, pero la idea que manejan desde las principales asociaciones de agricultores y ganaderos es unir todas las voces en una marcha que se "deje ver y oír" en las principales calles de la capital.   

La subida de la luz y del gasóleo y la crisis de las materias primas, que ha disparado el precio de los fertilizantes y los piensos, así como las leyes que han aumentado la protección del lobo (Ministerio de Transición Ecológica), que impondrán limitaciones a la caza (Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030) y que establecerán nuevas reglamentaciones para las explotaciones agrarias por la nueva reforma de la Política Agrícola Común (PAC), han terminado de soliviantar a los que se consideran los grandes olvidados por parte de las administraciones

En concreto, la prohibición de matar a los lobos, un animal que causa grandes estragos en rebaños de todo tipo, ha hecho mucho daño a los ganaderos.

Un cartel a favor de la caza en una manifestación de 2019. EFE

En 2022

En los próximos días, las asociaciones y colectivos que representan a todos estos sectores del campo -Asaja, COAG, UPA, Federación española de Caza...- mantendrán una reunión para concretar la convocatoria, que se producirá a principios del próximo año.

"Va a haber unidad de acción de todos", señalan fuentes del sector agrario consultadas, que denuncian que, pese a la subida generalizada de las materias primas y la energía, ellos no pueden repercutir los precios. Particularmente sangrante es el caso del sector lácteo. Como denunciaron los ganaderos gallegos esta semana en una protesta en Santiago de Compostela, producir un litro de leche les cuesta de media 40 céntimos y lo venden a la industria a 32.

"Estamos vendiendo en muchos casos por debajo de coste. El incremento de los costes de producción que estamos viviendo está haciendo inviables las explotaciones", señalan las mismas fuentes, que recuerdan que cada día tienen que cerrar dos explotaciones ganaderas. "Necesitamos un campo español vivo, con futuro".

Para Lorenzo Ramos, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), "nos encontramos ante la 'tormenta perfecta'". "No encontramos razones que justifiquen la subida sin precedentes de los costes de producción", señala Ramos, que critica hay "muchísima especulación" alrededor del sector agroalimentario, lo que obliga, a su juicio, a establecer unas "normas" claras.

"Hay que hacer un llamamiento a todos los Gobiernos, porque el comercio alimentario tiene que tener una regulación mínima y no se puede dejar en manos de los fondos de inversión", recalca Ramos.

En ese sentido, destacan como los cereales, entre ellos la cebada o el trigo, por ejemplo, fundamentales para los piensos de los animales, han aumentado su precio entre un 29 y un 38%, en parte por esa especulación de los fondos de inversión.

No es el único aumento de costes que vive el mundo rural, que, como el resto de españoles, también sufre la subida en un año del 44% de la factura de la luz, y del 23% del precio de la gasolina y el diésel, según el INE. Por su parte, los fertilizantes han llegado a subir un 80%, algo que está dando la puntilla a muchos agricultores.

"El Gobierno tiene que reunirse con los fabricantes de fertilizantes para que tengan un precio razonable y para que podamos garantizar la producción de alimentos", señalan desde UPA, donde creen necesario que parte de los fondos de recuperación europeos vayan al sector primario: "El sector ganadero necesita ayudas ya".

En cualquier caso, desde las principales asociaciones de ganaderos y agricultores se garantiza que, pese a la situación crítica que están viviendo, no habrá desabastecimiento de alimentos. Al menos "por el momento".

"Desamparados"

El sector de la caza es uno de los que respalda la manifestación, y plantea ya una fecha para la misma, el 20 de marzo. Afirman sentirse "abandonados y desamparados". La razón principal, el anteproyecto de ley de bienestar animal y derecho de los animales, elaborado por el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030, que lo que hace de facto es "prohibir prácticamente la caza", según denuncia José María Mancheño, presidente de la Federación Española de Caza. 

El proyecto propone, entre otras cosas, prohibir la práctica del tiro al pichón o mantener de forma permanente a los animales en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos o patios y también afecta a la caza de perdiz o de paloma con reclamo. "La prohibición de la caza de la tórtola, del silvestrismo, o de la caza en parques nacionales son movimientos constantes del Gobierno contra el mundo cinegético", apunta Mancheño.

Se espera que en 15 o 20 días haya ya consensuado un manifiesto, que seguramente también esté respaldado por el mundo taurino, que se considera asimismo "ninguneado" por el Gobierno de Pedro Sánchez tras dejarle fuera del bono cultural

El referente es la marcha que celebraron en Madrid en 2008 contra el Gobierno de Zapatero y, en especial, de la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, Entonces, más de 50.000 cazadores colapsaron el Paseo de la Castellana contra la aprobación de un catálogo de especies invasoras que imponía limitaciones a la caza y la pesca y la prohibición de usar munición de plomo en algunos humedales. En realidad, se trató del choque del mundo rural contra la política ecologista. Al final de la marcha anunciaron que volverían a la calle en unos años aunque gobernase el PP. No ocurrió.