La crisis energética provocada por el alza de los precios del gas no está resuelta y las soluciones planteadas por la Comisión Europea siguen enfrentando a los Veintisiete. Aún así, los ministros de energía de la UE volverán a intentar este jueves acercar posturas durante una reunión en Bruselas. Sobre la mesa dos caminos diferentes a seguir: el que plantean Alemania y otros ochos países del norte de Europa, contrarios a intervenir en la fijación de precios y en reformar el mercado, y el que defienden España y algunos países del sur como Francia e Italia, partidarios de abrir una reflexión en profundidad sobre la reforma del mercado de la electricidad y el gas para introducir cambios que beneficien tanto a operadores como consumidores.

“Lo razonable, a pesar de que hoy por hoy nos situamos en dos posiciones muy diferentes, es que se aborde con respeto la posición de aquellos que pensamos que hay que tomar decisiones de cambio y que no quede concentrado en un mensaje que es importante pero inmovilista, que es constatar que todos los operadores se comportan con arreglo al mercado y la regulación europea. Yo creo que nadie tenía dudas del comportamiento”, ha señalado a su llegada a la reunión la vicepresidenta y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, que lamenta que siga habiendo una serie de países del norte de Europa que consideran que en la medida en que la crisis energética no durará mucho “lo mejor es no tocar nada”. 

Como en reuniones anteriores, ambos bandos llegan a la cita, la antesala al debate que previsiblemente mantendrán los líderes europeos en la cumbre de mediados de diciembre, con dos declaraciones en las que exponen un diagnóstico y unas soluciones radicalmente distintas, y que no se han movido ni un milímetro desde la reunión de jefes de estado y de gobierno del pasado octubre. “Compartimos el análisis de la Comisión y de ACER (Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía) sobre que las causas de la escalada actual de precios deriva de la recuperación económica global y de una mayor demanda de combustibles fósiles y factores de suministro”, sostiene la declaración que firmada por Austria, Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Letonia y Holanda.

Frente nórdico

Para los países del norte de Europa las medidas a nivel nacional mencionadas por la Comisión Europea en su “caja de herramientas” de octubre son adecuadas para combatir el impacto de la subida de precios a corto plazo y, aunque consideran crucial un mercado de la electricidad funcione adecuadamente, entienden que reformar del sistema de precios pondría en riesgo la seguridad de suministro, aumentaría los costes de integración de las renovables en la generación energética a largo plazo, y fragmentaría el mercado eléctrico porque la posibilidad de fijar precios.

“No podemos apoyar ninguna medida que represente un alejamiento de los principios de competencia en el diseño de nuestro mercado del gas y la electricidad. Desviarse de estos principios socavaría una descarbonización rentable de nuestro sistema energético, pondría en riesgo su rentabilidad y amenazaría la seguridad de suministro”, avisan en una declaración previa a la reunión de este jueves en la que defienden buscar soluciones en el marco regulatorio existente.

Revisión en profundidad

Justo lo contrario que reclaman España, Francia e Italia, apoyados por Rumanía y Grecia. “Es difícil despreciar la preocupación de gobiernos que representan más del 45% de la población europea. De los 4 países grandes, Francia, Italia, España y Alemania, hay 3 que reclamamos que esto se analice a fondo”, ha reivindicado la vicepresidenta a su llegada al encuentro. “La gran pregunta que nos hacemos es si la regulación actual está preparada para abordar desafíos como los que estamos viviendo ya. Y por tanto, reclamamos, con total apertura, que evolucione para incorporar respuestas a estos desafíos protegiendo a los consumidores y reflejando las ventajas de una transición energética enormemente importante y también enormemente satisfactoria para los consumidores. Hoy por hoy se distancia esa ventaja para los consumidores en favor de unos precios que no reflejan los costes reales”, ha añadido.

Los cinco países del sur reclaman cambios para que los consumidores de energía compartan “plenamente los beneficios de las tecnologías de emisiones cero” al tiempo que se evite la volatilidad excesiva en los mercados del gas natural. También piden una adaptación de la regulación del mercado para que gire entorno a las renovables, el refuerzo de la protección de los consumidores de electricidad y el fomento de contratos a largo plazo basados en energías de emisiones cero así como medidas para mejorar el funcionamiento del mercado de gas.