La Provincia - Diario de Las Palmas

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El certificado covid permitirá a la hostelería salvar la campaña navideña

Las patronales creen que la aplicación será mayoritaria a partir de la fase 2 para evitar restricciones horarias y de aforo

Un camarero en el interior de un local de restauración

La hostelería canaria respira aliviada. El visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) a la solicitud realizada por el Gobierno de Canarias para que los establecimientos de ocio y restauración puedan solicitar a sus clientes el certificado covid o una prueba negativa del coronavirus para acceder a los locales, les evitará volver a sufrir el cierre de los interiores y drásticas reducciones de horario y aforos durante la campaña navideña, como ocurrió el año pasado debido al alza de los contagios. Una medida que aseguran será para las empresas un salvavidas que les permitirá mantener la actividad en estas fiestas, una de las épocas del año más importantes para el sector.

Las patronales estiman que la implantación del certificado covid será mayoritaria, sobre todo, desde el momento en el que el incremento de los contagios obligue a subir a las islas al nivel dos del semáforo covid canario, ya que tal y como ha anunciado el Ejecutivo regional, solicitar el certificado de vacunación o una prueba diagnóstica a sus clientes, permitirá a bares, restaurantes y locales de ocio acogerse a los aforos y horarios del nivel inferior al que se encuentre la isla donde se ubiquen.

«Es una medida que permite conjugar trabajo y sanidad», asegura José María Mañaricua, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, que se muestra convencido de que, una vez se endurezcan las restricciones por el alza de los contagios, «serán todos los que lo pidan», ya que «preferirán eso a tener que cerrar». Mañaricua recuerda que se trata de una iniciativa consensuada entre la patronal y el Gobierno canario y advierte que la alternativa «es aplicar el sistema de fases como teníamos antes» y que obligó a mantener el interior de los establecimientos clausurado durante semanas, lo que significó el cierre completo de aquellos bares y restaurantes que no disponen del servicio de terraza.

La medida estará en vigor a partir del 10 de diciembre y hasta el próximo 10 de enero, y aunque se haya focalizado en bares, restaurantes, discotecas o eventos, cualquier sector puede aplicarlo, por lo que todo centro, instalación, actividad o espacio de uso público podrá solicitarlo a sus usuarios. En todos ellos su aplicación será voluntaria, aunque eso si, aquellos que no lo soliciten para acceder al interior de sus establecimientos tendrán que acogerse estrictamente a las limitaciones dictadas para cada una de las fases.

La medida entrará en vigor el 10 de diciembre y será voluntaria para los negocios

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«Con esto se da respuesta a una de las peticiones que hemos hecho para mantener la normalidad en los locales», explica Ramón Fariña, presidente de la Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio (AERO), ya que tras más de un año y medio de pandemia «no podemos permitirnos dar pasos atrás, para nosotros sería grave porque hay restaurantes que no lo podrían soportar». El representante del sector asegura que la medida es proporcionada, ya que se ha dado posibilidad a todos los adultos de acceder a la vacunación y «no podemos limitar la vida de los demás por aquellos que no lo han hecho».

Sin embargo, reconoce que la puesta en marcha de la medida puede generar fricciones con algunos clientes y por eso reclama «el respaldo de las fuerzas y cuerpos de seguridad en el caso de que haya algunos que no lo acepten».

El vicepresidente de AERO, Carlos Quintero, también evidencia que esta medida permitirá a los bares y restaurantes trabajar con algo más de certidumbre que el año pasado. «Podremos tener más estabilidad con los proveedores y la plantilla», ya que la pasada campaña las restricciones se aplicaban con muy poco margen lo que en muchos casos significaba tirar a la basura la mercancía de la que se habían abastecido previamente.

Ahora cuando la actividad se está recuperando con la vuelta de las cenas de empresa y las comidas de amigos y familiares, el sector mantiene que sería desastroso verse obligados a reducir, por ejemplo, el número de comensales por mesa. "Preferimos trabajar para el 85% de gente vacunada sin restricciones que para el 100% con restricciones», valora Quintero, quien se muestra convencido de que la aplicación será mayoritaria «por sentido común», ya que les permitirá «seguir trabajando». Y si «de paso» algunas personas que hayan decidido no vacunarse lo hacen a raíz de esta medida «pues mucho mejor».

Las patronales consideran que no tiene por qué haber demasiadas dificultades para su aplicación y que dependerá de cada establecimiento. El Servicio Canario de Salud pondrá a disposición de la ciudadanía una app para leer el código QR del certificado covid, que servirá también de herramienta para que los establecimientos puedan verificarlos. Su supervisión estará sujeta a la actividad inspectora de Salud Públicas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. 

Con su implantación, Canarias se une a otras siete comunidades autónomas que también han solicitado aval para esta medida a la Justicia, pero a diferencia de otros territorios, en el Archipiélago su aplicación será voluntaria en cada negocio. El TSJC ha dado de plazo hasta el 10 de enero para que esta medida esté en vigor, aunque el Ejecutivo canario no descarta solicitar un aplazamiento más allá de esa fecha en el caso de que la situación epidemiológica lo haga necesario. 

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