El euro ha demostrado ser "un factor de crecimientoprosperidad y bienestar para la población". Es la conclusión que extrae la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, después de 20 años de circulación de la moneda única.

Al hacer balance de lo que ha significado el euro, que entró en la vida de los españoles el 1 de enero de 2002, Calviño destaca que se ha convertido "en uno de los símbolos de la Unión Europea (UE), en un signo de prosperidad compartida e identidad europea común".

España "es un país muy proeuropeo y los ciudadanos son "muy conscientes de la importancia de tener la moneda única; facilita el comercio y el turismo; y aporta seguridad y estabilidad a las empresas, a los ciudadanos y a los estados miembros de la zona euro".

La divisa común, agrega, se ha revelado como "un elemento de fortaleza para poder enfrentarse a crisis financieras". Después de la de 2008, de la que se extrajeron numerosas lecciones, la salida de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus está siendo muy diferente, ha insistido en muchas ocasiones Calviño. De hecho, España ha salido como una de las más beneficiadas por el primer experimento de mutualización de deuda de la zona euro mediante el fondo europeo ‘Next Generation’. De este, al país le corresponden 140.000 millones hasta 2026, de los que 69.000 millones son a fondo perdido. 

10.000 millones

Tras una presaignación de 9.000 millones, esta semana Bruselas realizó la primera transferencia de 10.000 millones ligada a la consecución de objetivos y reformas incluido en el plan de recuperación.

Calviño admite que la puesta en marcha del euro fue "emocionante" y "un reto enorme para los españoles", sobre todo para las personas más mayores, acostumbradas al uso de las pesetas. Pero «"fue un gran éxito", gracias a una "operación logística bien dirigida" y, sobre todo, "a la confianza que había entre los ciudadanos con los comerciantes, las empresas y el resto de países donde entraba la moneda única".