Canarias fue la comunidad autónoma en la que más empleo se creó durante el año que acaba de terminar. El Archipiélago sumó 50.234 afiliados a la Seguridad Social para cerrar el curso con un avance del 6,43% que ninguna otra región pudo igualar y que se sitúa 2,4 puntos por encima de la media española. En el mes de diciembre salieron del paro 3.612 isleños (-1,75%) y a lo largo de todo 2021 lo lograron 66.618, una mejoría del 24,7% que se situó como la cuarta más intensa del país.
Los datos difundidos ayer por el Ministerio de Trabajo revelan que en todo el Estado continúan buscando empleo 3,10 millones de españoles. Eso a pesar de que a lo largo del año pasado lograron escapar del paro 782.232 ciudadanos (-20,12%). Solo en el último mes, décimo consecutivo en la buena dirección, lo consiguieron 76.782. Llegando a este punto comienzan a vislumbrarse las sombras de la especial incidencia que la sexta ola, en cuya cresta viaja la variante ómicron del coronavirus, tiene en las Islas.
A estas alturas del año, la planta alojativa canaria tendría que estar colmada de clientes. No es así. El 70% de ocupación aproximada en estas semanas festivas deja paso a unos meses de incertidumbre. Las restricciones sanitarias impuestas por España a los británicos y las que los alemanes han decidido para sus propios ciudadanos que nos visitan han provocado numerosas cancelaciones en las reservas para enero y febrero.
Administración, sanidad y educación suman 17.858 afiliados más que hace dos años
«El crecimiento del empleo se modera», señaló la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). En la misma línea que la patronal de la provincia de Las Palmas se manifestó el secretario de Organización y Comunicación y Coordinación Institucional de UGT-Canarias, Héctor Fajardo. «No es tan bueno», señaló sobre el 1,75% de reducción del desempleo alcanzado en las Islas en el último mes de 2021 tras compararlo con el 2,41% de todo el país.
Alegrías y temores
En el contexto económico desatado por la pandemia pueden convivir alegrías y temores. Los 202.819 parados que tiene en la actualidad Canarias solo pueden compararse con datos de diciembre de 2008, y así lo destacó el viceconsejero de Empleo del Gobierno de Canarias, Gustavo Santana. «Respecto al paro registrado por meses solo ha habido un dato mejor, en junio de 2019, cuando había 202.683 parados», siguió.
Para completar el cóctel de buenas nuevas, el viceconsejero añadió los 831.919 afiliados a la Seguridad Social, un volumen que jamás se había alcanzado en diciembre. Con el viento aún soplando a favor, por la vía del sector servicios abandonaron la condición de desempleados 2.793 canarios. Otros 920 hallaron su primer empleo, 151 se emplearon en la agricultura y 126 lo hicieron en la actividad industrial. Solo la construcción, único reducto que brindaba buenas noticias en lo peor de la crisis, alimentó la nómina de parados, con 378 más.
Expuestos estos datos, a todas luces positivos, vienen los matices. La hostelería recuperó 17.999 empleos en 2021; el comercio, 5.808. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad Social revela que al primero de esos sectores le faltan aún 6.948 afiliados para llegar al nivel previo a la pandemia y al segundo, 1.602. La herida en la columna vertebral del mercado laboral se está cerrando, pero no ha terminado de cicatrizar. ¿De dónde parten entonces tan buenos registros? ¿Por qué los números dibujan un aquí no ha pasado nada tan deseable como tan por llegar?
La respuesta del sector público a la crisis sanitaria, primero, y económica, inmediatamente después, resuelven el enigma. Al terminar diciembre los servicios sanitarios y sociales de las Islas contaban con 12.266 efectivos más que en febrero de 2020. En noviembre se destruyeron 1.277 puestos de trabajo en estos ámbitos, tendencia que ómicron obligó a revertir en el último mes del año, en el que se produjeron 1.485 incorporaciones.
Aún continúan bajo el paraguas de los ERTE 13.061 trabajadores en el Archipiélago
No es el único nicho de actividad pública que ha propiciado cobijo a los trabajadores desde la declaración del primer estado de alarma. También las plantillas del ámbito educativo se han ensanchado en los siete últimos trimestres y suman ahora 4.093 empleados más.
La CCE lo resumió ayer así: «Si hacemos balance desde el inicio de la pandemia, se observa que las Islas registran 13.778 trabajadores más que en febrero de 2020, aunque vuelve a ponerse de manifiesto que es la actividad más vinculada al sector público la que impulsa este resultado». Administración pública, sanidad y educación sostienen un alza de 17.858 afiliados, mientras hostelería, comercio y transporte echan en falta a 9.947.
Las políticas anticíclicas puestas en marcha por los gobiernos central y canario tuvieron como primer objetivo la atención de los pacientes infectados por covid. Casi en paralelo se desplegó la red para amortiguar la caída al vacío del empleo. Los ERTE son los grandes protagonistas en este ámbito y aún quedan en las Islas 13.061 trabajadores bajo su paraguas. Son el 84,57% menos que al inicio de 2021, pero siguen contribuyendo a alcanzar los niveles históricos expuestos por Santana.
En la desagregación por provincias, Las Palmas recogió la mejoría con mayor intensidad (-25,22% y 35.240 parados menos) que Santa Cruz de Tenerife (-24,19% y 31.378). Con todo, el número de desempleados es más elevado en la primera de ellas, ya que aún tiene 104.501 frente a los 98.318 que esperan una oportunidad laboral en las cuatro islas occidentales.
Contratos y reforma
En el último mes de 2021 se firmaron en Canarias 59.824 contratos, 20.618 más que en diciembre del año anterior. De ellos, solo 7.363 (12,4%) fueron indefinidos, según el análisis realizado por el Observatorio de Empleo de Canarias (Obecan). Sobre esa «alta tasa de temporalidad» incidió ayer el secretario de Organización y Comunicación y Coordinación Institucional de UGT-Canarias, Héctor Fajardo. «Esperamos que con la nueva reforma laboral esta tasa descienda significativamente», expuso el sindicalista. En la misma línea, el presidente de España, Pedro Sánchez, señaló que su Ejecutivo, tras propiciar la contrarreforma laboral en compañía de empresarios y sindicatos, se moverá en la dirección precisa «para combatir la precariedad y seguir creando empleo de calidad». También se pronunció sobre ese nuevo marco laboral el viceconsejero de Empleo del Gobierno de Canarias, Gustavo Santana, que previó un impacto «claro», informa Efe, cuando concluyan los tres meses concedidos a las empresas como periodo de adaptación. A juicio del viceconsejero, la reforma puede tener la capacidad de reducir la temporalidad y la precariedad al otorgar un mayor peso a la contratación indefinida frente a la temporal. También celebró que los convenios colectivos sectoriales vuelvan a prevalecer frente a los de las empresas. «La negociación colectiva antes se utilizaba para saltarse el convenio del sector. Que ahora sea al revés cambia las formas y la manera de actuar», explicó el viceconsejero, que cree que esto ayudará a mejorar la redistribución de la riqueza, con salarios y jornadas más justas. | J. G. H.
