La crisis volcánica que sacudió La Palma durante tres meses afectó de forma importante a la producción de plátanos de Canarias. Los efectos del volcán, unidos a los de los fuertes temporales de viento que sacudieron el Archipiélago el año pasado, restaron a la producción alrededor de 25 millones de kilos de fruta.

Aún así, Plátano de Canarias cerró el año pasado con más de 409 millones de kilos de plátanos vendidos que generaron una facturación comercial de 396 millones y permitieron mantener unos 12.000 puestos de trabajo en las Islas.

El presidente, Domingo Martín, señala que 2021 «supuso un importante reto para el sector, que se vio obligado a enfrentarse primero al temporal de viento y posteriormente a las duras consecuencias de la erupción del volcán en La Palma». Para 2022, indica, la «prioridad» es la recuperación de La Palma y están «volcados en trabajar y colaborar con todas las instituciones para que todos los agricultores puedan recuperar su medio de vida».

La isla de Tenerife representó el 45% de la producción el año pasado, La Palma el 32% y Gran Canaria el 20%, además de las producciones de La Gomera, El Hierro, Fuerteventura y Lanzarote, desde donde se comercializaron más de 8 millones de kilos.

De cara al mercado, las condiciones de venta al público se recrudecieron para los productores canarios pues el precio de venta al público de banana producida por terceros países se mantuvo muy cercano a un euro el kilo, reduciéndose un 5% respecto al precio medio de 2020, mientras que el Plátano de Canarias alcanzó los 2,08 euros por kilo.

Mientras que en el mercado de los productores la venta de Plátano de Canarias obtuvo un precio medio de 30 céntimos más por kilo respecto a la banana, la diferencia entre ambos productos al consumidor se elevó luego a más de un euro por kilo, señalan.

El problema, apuntan, deriva de la aplicación de márgenes muy reducidos, e incluso a pérdidas en continuos períodos de oferta, a la banana, que contrasta con el 120% de incremento de precio desde origen que, de media, es aplicado al Plátano de Canarias por parte de la distribución.

En este complicado contexto, la preferencia del consumidor se sigue poniendo a prueba cada día, provocando una pérdida inducida y progresiva de competitividad de la producción nacional, centralizada en Canarias, frente a la utilización de la banana como marca de distribución.

No obstante, el Plátano de Canarias mantuvo una cuota de mercado en volumen del 56,8%, aunque se redujo un 3,2% respecto a 2020 y mantuvo en su aportación al 70,1% del total de ingresos obtenidos por la distribución en la venta de plátano y banana.

De esta forma, la venta de Plátano de Canarias aportó a la distribución, una vez descontados los ingresos del sector productor, una cuantía superior a los 495 millones de euros el año pasado, con un volumen de negocio que superó los 890 millones de euros en toda España.