Una parte de la industria agroalimentaria española quedará paralizada en cuatro semanas si no se encuentra un sustituto al aceite de girasol, que se usa para la elaboración tanto de bollería y conservas, como de salsas y fritos. Las reservas, alertan desde este sector, no aguantarán más de un mes. El problema es que la guerra en Ucrania ha detenido la actividad en las refinerías del país, y más del 60% del aceite de girasol que recibe España viene de allí. Entre eso, y que los barcos no circulan por el estrecho del Bósforo, ya solo queda el aceite que estaba en existencias.

El desabastecimiento "es inminente", ha expresado a la Agencia Efe el director general de Produlce, Rubén Moreno. Esta asociación representa a empresas del sector de los dulces, las galletas y la pastelería y aglutina a compañías tan conocidas como Bimbo, Gullón o Nestlé, entre otras. "Tenemos ya los 'stocks' al límite y dentro de un par de semanas las empresas más tempranas se habrán quedado sin aceite de girasol y en un plazo máximo de cuatro semanas [lo harán] todas las empresas", ha abundado Moreno.

En la misma línea se han manifestado representantes de la Agrupación Española de Fabricantes de Conservas Vegetales (Agrucón), así como el secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco-Cecopesca), Juan Vieites, quien ha asegurado que el desabastecimiento es cuestión de tres semanas o de un mes.

"Honda preocupación"

Donde primero se ha notado este déficit ha sido en los supermercados. El vacío de botellas de aceite de girasol en las estanterías, las limitaciones en su venta e incluso las subidas de precio que denuncian algunas organizaciones, han sido las primeras señales del impacto que el conflicto en Ucrania puede tener para el producto.

Sin embargo, pronto ha saltado también la alarma sobre la potencial repercusión en la industria, que necesita de este bien para la fritura en restaurantes y en empresas de 'snacks', para la elaboración de bollería, y para las transformaciones y conservas de alimentos y salsas, entre otras.

Según un estudio del consultor oleícola Juan Vilar al que ha tenido acceso Efe, al año se consumen en España 193.200 toneladas de aceite de girasol dentro del hogar, y se destinan 186.800 toneladas para uso industrial, hostelero y restaurador. "Tenemos una honda preocupación", ha expresado el secretario general de Anfaco-Cecopesca, quien ha detallado asimismo que las empresas del sector emplean 98.000 toneladas de aceites vegetales cada año, un 44% del cual es aceite de oliva y el resto, de girasol.

En busca de más aceite

Ahora, tanto ellos como el resto de los sectores industriales buscan a contrarreloj nuevas fuentes de donde obtener el aceite de girasol -se estudian ArgentinaBrasil o Sudáfrica, por ejemplo-, al tiempo que tratan de desarrollar nuevas formulaciones para sus recetas con otros tipos de aceite.

En este sentido, desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAPA) se ha destacado que España cuenta con la mayor producción mundial de aceite de oliva y que eso puede atenuar la situación de desabastecimiento de aceite de girasol. Pese a eso, para la industria este tipo de aceite no es un equivalente del todo válido. "Desgraciadamente, a nosotros [el aceite de oliva] no nos sirve, no tiene las características ideales para ser un sustituto del girasol, empezando por el sabor, que es mucho más fuerte y no es neutro", ha señalado Moreno.

Las empresas de Produlce miran más bien hacia otros aceites que en España son muy minoritarios, como el de coco, el de colza o el de palma. En concreto, los departamentos de investigación y desarrollo de las compañías que forman parte de esta asociación trabajan en desarrollar nuevas recetas con esos aceites con la idea de lograr un producto lo más parecido posible al original.

Pero incluso de superar este escollo, las compañías tendrían que afrontar otra serie de retos. Según lo que plantea Moreno, una vez estos productores consigan dar con nuevas fórmulas tendrán que modificar el etiquetado de su producto para reflejar estos cambios, lo que muy probablemente generará un nuevo "cuello de botella": no habrá ni diseñadores, ni imprentas, ni material plástico suficiente para hacer algo así en tan poco tiempo, argumenta el director general de Produlce.

¿Riesgo de desabastecimiento de aceite de oliva?

Para las empresas de Anfaco, que ya utilizan el aceite de oliva para parte de su producción, recurrir a esta grasa tampoco resuelve el problema, entre otras cosas, ha indicado Vieites, porque también empieza a mostrar signos de escasez y porque el precio ya comienza a subir. En este caso, de nuevo según el consultor Vilar, la industria agroalimentaria española consume 190.000 toneladas de aceite de oliva cada año y los hogares, 347.000 toneladas.

Este analista ha alertado de que si la situación en Ucrania se prolonga, y eso se suma a una mala previsión de producción de aceite de oliva para esta campaña, el desabastecimiento también se podría trasladar a este producto. Sin embargo, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado que el 'stock' de aceite de oliva es suficiente como para estar tranquilos y seguros de que no va a faltar.

Vieites, no obstante, ha indicado que han pedido a las autoridades que se revisen las normativas relativas a los aranceles para importar de determinados países, así como las de pesticidas y fitosanitarios. De esta manera podrían comprar aceite de girasol de orígenes que ahora son imposibles porque no se ajustan a los requerimientos exigidos.