Canarias debe acelerar la implantación de la energía eólica marina si desea alcanzar sus aspiraciones de ser líder en el sector y pionera en España en abrir parques eléctricos industriales con ella, que no podrán estar operativos en todo caso antes de 2030 o, como mucho, de 2028. El desarrollo todavía incipiente de la tecnología que permita aprovechar esa fuente energética del mejor modo posible y la falta de certezas que hay sobre qué soportes serían más adecuados como base de la maquinaria que la transformará en electricidad, si construcciones tradicionales o barcazas u otros elementos que hagan viable su ubicación no solo en puertos sino en aguas abiertas incluso, son algunos de los factores determinantes de esos plazos, expuso Bernardino Couñago, ingeniero que dirige la empresa Bluenewables, en un Desayuno Renovable organizado para analizar la situación de la eólica marina (energía off shore) por el Clúster Marítimo de Canarias junto a la Federación Canaria de Empresas Portuarias, donde sostuvo además que en las islas «tenemos que ser más ambiciosos» al marcar metas en su implantación.

Ya que, de momento, las pretensiones que hay son de que en 2030 se produzca por esa vía un volumen de electricidad de entre 200 y 300 megavatios, y «eso es poco», consideró. Añadió que, en vez de ese, «el discurso de Canarias debería ser de llegar a 1 gigavatio, o 2 o 3». Couñago, que acumula varias patentes de componentes tecnológicos diseñados expresamente para el desarrollo de la energía eólica marina y es socio fundador de su empresa, que se creó en 2019 en Tenerife y cuenta con trabajadores con sede en Madrid y Rotterdam (Holanda), además de en las islas, insiste en su apuesta por ampliar objetivos y agilizar acciones en la materia como forma de sortear o contrarrestar «riesgos» de dilaciones en el proceso. Porque se trata de un sector cuyo avance depende también de la capacidad de las empresas de adaptarse para dar respuestas industriales a sus necesidades, y al respecto, hasta ahora, «hay un mercado global que está en evolución» y ni es descartable que, si esas soluciones no están disponibles con suficiente rapidez, «se nos ralentice el desarrollo», argumentó.

Plan de Transición Energética

En este contexto, la Consejería de Transición Ecológica siguió ayer presentando la hoja de ruta energética de Canarias para alcanzar la neutralidad climática en 2040. El consejero del área, José Antonio Valbuena, avanzó, en del segundo día de las jornadas organizadas para dar a conocer el Plan de Transición Energética y sus estrategias de apoyo, que el primer hito temporal de este Plan es que alrededor de un 60% de la demanda eléctrica se cubra con renovables en 2030. Esto va a suponer movilizar en torno a 5.500 millones de euros de inversión, pero supondrá un ahorro anual de unos 930 millones de euros, indicó Valbuena.”.

Por su parte, el viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático, Miguel Ángel Pérez, destacó que todos los sectores de la economía canaria deben interiorizar la necesidad de un cambio de modelo.