Tres de cada diez (31,9%) contratos indefinidos firmados en Canarias durante el mes de abril no son a jornada completa. El dato enfría parcialmente el optimismo mostrado por el Gobierno de Canarias y los sindicatos en cuanto a la traslación al plano real de los efectos de la reforma laboral. Durante el cuarto mes del año se rubricaron en las Islas 32.635 acuerdos de trabajo sin fecha de caducidad, 10.422 de ellos por menos de las habituales 40 horas semanales.
Empresarios y sindicatos hacen una lectura diferente de la evolución que ha seguido esta modalidad de contratación. Antes de cambiar, este mismo año, el marco laboral instaurado por el primer Gobierno de Mariano Rajoy en 2012, la contratación indefinida suponía poco más del 10% sobre el total. El mes pasado se situó en el 53%, avance que en comparación con el mismo periodo del pasado año se sitúa en un espectacular 508%.
Unos números que, en opinión del secretario general de UGT-Canarias, Manuel Navarro, son "buenos sin paliativos" y para su homólogo en CCO-Canarias, Inocencio González, "espectaculares" si se suman a la reducción del número de desempleados en las Islas por debajo de los 200.000 por vez primera desde noviembre de 2008. Sin embargo, el presidente de CEOE-Tenerife, Pedro Alfonso, no pasan de ser "datos estadísticos poco reales".
Durante el cuarto mes del año se rubricaron en las Islas 32.635 acuerdos de trabajo sin fecha de caducidad
En opinión del representante empresarial es necesario esperar unos meses para comprobar si realmente se produce un cambio de contratos temporales en indefinidos. Agustín Manrique de Lara, que ostenta el mismo cargo que Alfonso en la patronal de la provincia de Las Palmas -Confederación Canaria de Empresarios (CCE)-, incide en que los cambios pueden darse en la norma, pero no sucede así en "la realidad". Es decir, "los empresarios necesitan contar con flexibilidad hasta recuperar los ritmos, aún no recuperados" de antes de la pandemia.
Desde ese ángulo, la presencia de un alto número de contratos indefinidos que no son a jornada completa podrían suponer la "válvula de escape" que el propio Manrique de Lara menciona. "Competimos con otros destinos que sí cuentan con esa flexibilidad", señala en alusión al mercado laboral de otros países.
Lo que resulta un hecho es que ya no existen las modalidades de contratación que estaban vigentes hasta hace unos meses y "habrá que aguardar a ver si realmente se produce un incremento de la fijeza en el empleo o simplemente se trata de una adaptación a las peculiaridades" económicas, apunta Pedro Alfonso.
El presidente de CEOE-Tenerife se refiere de ese modo a la posibilidad de que crezca la contratación indefinida discontinua para atender las circunstancias de temporalidad a las que, entre otras actividades, no es ajeno el negocio turístico canario. Para confirmar o descartar esta hipótesis, es necesario observar variables como, por ejemplo, la evolución "de los costes del desempleo o el volumen de contratación", añade.
González (CCOO) está convencido de que los empresarios estudian los "vericuetos" para sortear la reforma laboral
Además del 31,9% de contratos indefinidos a tiempo parcial, existe otro 12,1% englobado dentro del grupo denominado como "otros". Fueron 3.950 en abril y se trata de los fijos discontinuos, los asalariados con los que cada año cuentan las empresas a la hora de realizar funciones que no se prolongan durante todo el año. Por ejemplo, la recogida del tomate se desarrolla durante unos meses determinados todos los años.
A esta modalidad no le cabe la posibilidad de las jornadas a tiempo parcial, "salvo que el convenio sectorial así lo explicite", apunta Inocencio González, "por lo que se presupone que la mayoría serán por tiempo completo". Donde sí hay espacio para la contratación parcial, el sindicalista se muestra convencido de que los empresarios "están estudiando los vericuetos" que les conduzcan a ella.
"No lo hemos detectado por el momento", asegura Manuel Navarro, quien, no obstante, asume que siempre "habrá picaresca" para eludir las obligaciones. La traducción de esta a la realidad laboral, según el secretario general de CCOO-Canarias, es una "sobrecarga de trabajo" para la plantilla que tiene contratos de jornada completa "o la realización de más horas de las pactadas" por parte de quienes trabajan a tiempo parcial.
