Cajasiete está de celebración. Cumplió ayer sesenta años con unas cifras de gran relevancia. La entidad financiera cuenta, al cierre del anterior ejercicio, con un total de 56.801 socios, más de 200.000 clientes, activo que supera los 4.000 millones de euros, crédito a la clientela cercano a los 2.000 millones, unos depósitos de clientes por encima de los 2.900 millones de euros y un ratio de solvencia del 18.87%, números que avalan su solidez. Cajasiete tiene ya 89 oficinas y 379 profesionales de los cuales 58% son mujeres y el 42% hombres.

Cajasiete es una entidad estable en su gestión, tanto es así que en estos sesenta años ha tenido solo tres presidentes: Pedro Modesto Campos Rodríguez (1962-1998); Jerónimo Monje Pérez (1998-2014) y Fernando Berge Royo desde 2014 hasta la actualidad.

Este último período, y bajo la dirección general de Manuel del Castillo González, ha estado marcado por los grandes retos económicos, sanitarios y sociales, que han requerido aún más de la misión de esta entidad, que es «contribuir al desarrollo sostenible de Canarias, satisfaciendo las necesidades financieras de las personas, siendo fieles a sus valores de integridad, profesionalidad y solidaridad».

Para celebrar este acontecimiento, están programadas una serie de acciones que se producirán a lo largo del año y que dieron comienzo ayer con un acto interno el cual unió a todo el personal de la entidad.

La gestación de la entidad financiera se produjo a principios de la década de los sesenta: un grupo de agricultores y cooperativistas del sector agrario y ganadero , con una amplia visión de futuro, hicieron posible la existencia de lo que hoy es Cajasiete Caja Rural. Eran tiempos donde las necesidades del sector agrario, especialmente de las cooperativas, no se veían resueltas. Fue entonces cuando los cooperativistas agrarios fueron conscientes de que su crecimiento y desarrollo, y por tanto, el éxito de sus empresas, dependía de la financiación, y esta era imposible o muy difícil sin la existencia de una entidad financiera, capaz de autogestionar el crédito agrario.

La apertura al resto de sectores de la economía canaria (familiares, pymes...) ha provocado que la entidad contribuya de forma decisiva al desarrollo sostenible de la Comunidad Autónoma de Canarias. Pese a las dificultades que se han planteado a lo largo de los años debido a la situación económica y otras adversidades que han repercutido directamente en esta, Cajasiete Caja Rural ha tenido la inteligencia para reinventarse y así cumplir con su objeto social guiados por los grandes valores cooperativos como son, entre otros, la solidaridad, la ayuda mutua y el trabajo en común.