La Compañía Cepsa iniciará el lunes el desmantelamiento de la Refinería de Santa Cruz de Tenerife. José Manuel Bermúdez, alcalde de la capital tinerfeña, calificó de hito histórico el comienzo de la desinstalación de la planta. «El inicio del desmantelamiento confirma el convenio firmado por Cepsa y el Ayuntamiento en 2018, en el que establecimos la hoja de ruta para la retirada de la planta y la creación de una nueva ciudad, sobre una superficie de 575.000 metros cuadrados», apuntó Bermúdez, quien subrayó que se está cumpliendo con los plazos acordados, a pesar de la complejidad de la iniciativa.
Según el primer edil, «los tanques que se ven desde la autopista» serán los primeros elementos que desaparecerán de Santa Cruz, así como «algunas unidades centrales relacionadas con el refino». La previsión es que los trabajos de desmantelamiento y descontaminación de la Refinería, instalada en la capital chicharrera desde 1930, finalicen en 2025, para su posterior traslado al Puerto de Granadilla, donde se construirá una terminal de almacenamiento y distribución de combustibles. La intención es que Santa Cruz inaugure su «nueva ciudad» en 2030.
«Poco a poco vamos ver cómo los terrenos ocupados por la Refinería se convierten en solares vacíos», apuntó el alcalde. En ese sentido, Bermúdez explica que, de forma paralela, el Consistorio trabajará, con la ayuda del resto de administraciones implicadas, en la ordenación urbanística de la ciudad.
En concreto, Santa Cruz encargará la redacción de un plan especial a la empresa pública Gestur, en el que se establecerá la propuesta de ciudad que se construirá en los terrenos de la Refinería. La corporación local prevé que el borrador esté listo entre finales de este año y principios del próximo. El 70% del suelo será público, «con diferentes dotaciones e instalaciones, parques, jardines, paseos, nuevos viarios y zonas de baño», y menos del 30% será suelo privado «con usos de ciudad, con oficinas, viviendas, hoteles», de cuya gestión se encargará Cepsa.
