Tras más de un año de intensos rumores sobre una operación que nunca llegaba y tras una semana en que ya se daba por hecho su inminencia, el pasado sábado por la noche Siemens Energy confirmó el lanzamiento de una opa para comprar el 32,8% que aún no controla de su filial Siemens Gamesa, con el objetivo de excluir al fabricante de aerogeneradores de la bolsa española y de conseguir una integración total de ambas compañías tras pagar cerca de 4.000 millones.

Una integración que, por ser total -como proclama la compañía alemana-, ha sembrado dudas sobre la permanencia de la sede de Gamesa en España. El fabricante de equipos eólicos tiene su sede central en Zamudio (Vizcaya), con el consiguiente impacto en el País Vasco vía recaudación de impuestos. Siemens Energy da largas y, sin compromisos firmes, apunta que de momento no hay cambios a la vista.

“No preveo ningún cambio por ahora. Estamos comprometidos con las operaciones en España y en el País Vasco”, ha explicado el consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, en un encuentro con prensa este lunes. “No tengo en mi agenda decisiones de este tipo. Por ahora no va a haber cambios”, aunque ha reconocido que habrá que abordar con el equipo gestor “debates profundos” sobre cuestiones estratégicas para el futuro de la compañía.

El discurso de Siemens Gamesa sobre el mantenimiento de la sede fiscal pasa por subrayar que la compañía “paga los impuestos en los países en que opera” y que el grupo está “comprometido con esta huella en España”, ha apuntado Bruch, que incluso inició su intervención mandando un saludo al País Vasco y bromeando con que no podía hacerlo en en euskera.

Los sindicatos temen por el empleo

UGT y CCOO muestran su temor a que la operación acabe teniendo un impacto directo en el mantenimiento del empleo de Gamesa. "No podemos ocultar nuestra máxima preocupación por los puestos de trabajo, porque la triste experiencia que tenemos es que siempre que ha habido un movimiento por parte de Siemens, ha tenido negativas repercusiones en el empleo en nuestro país", apuntan desde los sindicatos.

“No vamos a quedarnos al margen esperando a ver qué deciden hacer con el futuro de Siemens Gamesa, y se están estudiando movilizaciones contundentes por el mantenimiento del empleo", han señalado UGT y CCOO, que reclaman al Gobierno central y el Gobierno vasco que tomen partido para garantizar el empleo en España. Siemens Gamesa cuenta con nueve plantas de fabricación y con una plantilla de 4.700 empleados en el mercado español.

Bajo precio

La matriz alemana ofrece 18,05 euros por acción en efectivo a los accionistas minoritarios, lo que implica valorar Gamesa en casi 12.300 millones de euros y obligará a desembolsar unos 4.000 millones de euros para cubrir la adquisición total de la participación. El precio de la opa, que aún debe ser aprobada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es inferior a los 20 euros por acción con que Siemens Energy compró en 2020 a Iberdrola su 8% en Gamesa, lo que genera dudas sobre la idoneidad de la valoración realizada ahora por el grupo.

Desde Siemens Energy se justifica el menor precio ofrecido ahora a los accionistas minoritarios porque “la situación se ha deteriorado” y la compañía ha realizado varias rebajas de sus previsiones financieras, al tiempo que se está viendo directamente golpeada por los problemas en las cadenas de suministro globales y por la escalada de la inflación a escala mundial. “El deterioro del negocio se refleja en el precio”, ha sentenciado el consejero delegado de Siemens Energy. En cualquier caso, el grupo subraya que la oferta supone una prima del 27,7% en relación a la cotización del 17 de mayo, cuando trascendió que la operación podría ser inminente.

Siemens Gamesa no ha dejado de subir en bolsa desde que la semana pasada su matriz reconociera estar estudiando el lanzamiento de una opa. Tras la confirmación de la operación, este lunes las acciones de Gamesa en la bolsa española se están apuntado subidas de más del 6%, alcanzando los 17,8 euros por acción y acercándose al precio de la oferta presentada por su matriz.

La compañía defiende la integración de Siemens Energy y Gamesa por la necesidad de reordenar el negocio del fabricante de aerogeneradores y optimizar su funcionamiento. Las previsiones del grupo germano contemplan conseguir sinergias de 300 millones anuales tres años después de la integración de ambas compañías, gracias a los ahorros en costes losgísticos y la simplificación de la organización corporativa.