La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado que el país ha recuperado la senda de crecimiento tras la pandemia. El indicador diario de actividad refleja el mantenimiento de "un fuerte crecimiento" a pesar de la guerra en Ucrania ente abril y junio. El Gobierno mantiene una previsión de crecimiento del 4,3% este año, que bajará al 2,7% el próximo ejercicio, lo que supone una revisión a la baja en ocho décimas por los elevados precios de la energía y la desaceleración en el conjunto de la UE. El paro cerrará este año en el 12,8% y en el 12% el que viene. Las estimaciones se acercan a las realizadas por otras entidades como la Comisión Europea.

Todo ello se apoya en el "excelente comportamiento" del mercado de trabajo, la inversión, el sector exterior y la buena evolución de las cuentas públicas, ha explicado. Ha destacado que el empleo creado es de "más calidad". En junio casi la mitad de los contratos firmados fueron indefinidos, ha afirmado.

Calviño ha admitido que el principal reto es la inflación, que se situará este año entorno a una media del 7,8%. Aún así hay 14 países europeos con una tasa superior a la española, ha subrayado. La vicepresidenta ha valorado la medida de desacople del precio del gas del de la electricidad, introducido el pasado 14 de junio.

A su vez ha vuelto a comprometer con las normas fiscales. Y se seguirá la senda para situarse por debajo del 3% del PIB en el déficit y el 110% en deuda en 2023.